Cinco meses después del devastador terremoto del 11 de marzo en el noreste de Japón y el posterior tsunami aún se desconoce el paradero de más de 4.700 personas, informó hoy la agencia Kyodo.
En recuerdo de las víctimas de la tragedia este jueves en todo el país se llevaron a cabo ceremonias conmemorativas. Según los últimos datos oficiales, a raíz de la tragedia murieron 15. 689 personas mientras que en la lista de desaparecidos figuran 4. 744 personas.
El primer ministro de Japón, Naoto Kan, reiteró su profundo pesar por la desgracia que afectó a muchas familias japonesas y dijo que “este día es otro fuerte recordatorio que se tiene que trabajar mucho para restaurar el país”.
Un terremoto de magnitud 9,0 se produjo el 11 de marzo, en el noreste de Japón, lo que provocó un tsunami con olas de más de diez metros de altura. Según el Instituto de Geografía de Japón, el tsunami cubrió un área total de 561 kilómetros cuadrados lo que corresponde al 90% de la superficie de los 23 distritos del centro de Tokio.
Más de la mitad del área inundada, 327 kilómetros cuadrados, se encontraban en la prefectura de Miyagi. Los daños materiales causados por el terremoto se estiman en cerca de 211.000 millones de dólares, sin embargo, esta cifra no incluye las pérdidas en la planta nuclear Fukushima-1.
Después del terremoto y tsunami en la central Fukushima-1 se registraron una serie de accidentes causados por el fallo del sistema de refrigeración en la planta, lo que provocó explosiones en varios reactores y fugas de material radiactivo.
La Agencia de Seguridad Nuclear de Japón (NISA) anunció el 12 de abril haber elevado el accidente de Fukushima-1 al nivel de peligro 7, el máximo en la escala Internacional de Accidentes Nucleares INES.
Según sismólogos, terremotos con una magnitud de más de 5,0 pueden repetirse en la isla de Honshu, por lo menos durante unos cuantos meses.