Expertos japoneses citados hoy por la agencia Kyodo señalaron el heno como posible fuente de cesio radiactivo en varias reses de la prefectura de Fukushima.
El pasado sábado se descubrió que 11 vacas provenientes de una granja de Minamisoma, cerca de la averiada central nuclear de Fukushima-1, presentaban elevados niveles de cesio radioactivo: de entre 1.530 a 3.200 becquereles por kilo mientras que el máximo admisible es de 500 becquereles.
Como los animales no abandonaron la granja tras la avería en la planta nuclear, las sospechas se centraron principalmente en el agua y el pienso. Una comisión enviada a la granja detectó un alto nivel de cesio radiactivo en el heno que a lo mejor permanecía al aire libro cuando se produjo el accidente nuclear.
El terremoto y posterior tsunami que azotaron Japón el pasado 11 de marzo provocaron una situación de emergencia en la central nuclear japonesa Fukushima-1 donde los fallos en el sistema de refrigeración originaron incendios y explosiones en varios reactores, con las subsiguientes fugas de radiación.
Las autoridades establecieron una zona de evacuación de 20 kilómetros en torno a la planta. Poco después del accidente se reportó la contaminación del aire, el agua marina y potable y los alimentos con materiales radiactivos, en particular, isótopos de yodo y cesio.
La Agencia nipona para la seguridad nuclear e industrial, NISA, anunció en abril pasado que la gravedad del accidente de Fukushima-1 alcanza el nivel 7, el máximo registrado hasta entonces en una sola ocasión, durante la catástrofe de 1986 en Chernóbil.