Los socorristas del Ministerio ruso de Situaciones de Emergencia que regresaron desde Japón fueron recibidos entre flores y globos en el aeródromo moscovita de Rámenskoye.

Los socorristas del Ministerio ruso de Situaciones de Emergencia que regresaron desde Japón fueron recibidos entre flores y globos en el aeródromo moscovita de Rámenskoye.

En total, la misión rusa en el país asiático contó con un total de 161 efectivos, de los que 111 pertenecen a las unidades especiales “Lider” y “Tsentrospas”.

Los equipos rusos no tuvieron la suerte de encontrar a supervivientes, ya que se les asignó una zona castigada por el tsunami.

Aún sin apenas esperanzas de hallar a alguien con vida, los socorristas rusos hicieron todo cuanto estuvo en su mano. El embajador de Japón en Rusia, Masaharu Kono, acudió al aeródromo para darles las gracias.

La ministra de Sanidad y Desarrollo Social, Tatiana Gólikova, también estuvo entre los que aguardaron la llegada de los socorristas.

Pero antes de pisar su tierra natal, tuvieron que someterse a un chequeo radiológico.

Los equipos rusos trabajaron en una zona con niveles de radiación inestables.

El pasado 11 de marzo, un gran seísmo de 9,0 grados de magnitud se produjo frente a la costa noreste de Japón, provocando un tsunami con olas de 10 metros. Las autoridades niponas pidieron ayuda externa para hacer frente a la devastación causada. En la foto: los socorristas rusos son recibidos en el aeródromo moscovita de Rámenskoe a su regreso desde Japón.

La misión rusa en Japón fue la más numerosa entre los equipos de rescate extranjeros, y se dedicó a las labores de desescombro y búsqueda de supervivientes.

Los rusos estuvieron destinados en la ciudad de Sendai, una de las más afectadas por el tsunami.
