El secretario general del Gabinete de Ministro de Japón, Yukio Edano, declaró hoy que existe el riesgo de una nueva explosión en la central nuclear Fukushima-1, similar a la ocurrida ayer en la misma instalación cuyos sistemas de enfriamento quedaron inutilizados por el terremoto del pasado viernes.
Según Edano, en el tercer bloque de la central se logró aumentar el nivel del agua y estabilizar el proceso de enfriamiento del reactor, pero existe la posibilidad de que explote el hidrógeno y otros gases acumulados en el techo de la instalación que protege el reactor.
En cuanto a la contaminación radiactiva el funcionario dijo que para las 04.00 GMT del domingo el nivel radiactivo cerca a la central subió hasta los 1.557,5 microsivertos por hora, pero una hora y 40 minutos más tarde, el fondo radiactivo descendió hasta los 184,1 microsivertos por hora, pero no descartó la posibilidad de que el nivel aumente debido a factores externos y el ulterior deteriorio de las instalaciones.
La central nuclear Fukushima-1 y Fukushima-2, las más potentes del país, se encuentran en estado de emergencia porque los sistemas de enfriamiento de los reactores quedaron prácticamente inutilizados por el devastador terremoto de 9 grados en la escala abierta de Richter y un tsunami con olas de hasta de 10 metros, ocurridos el pasado viernes en el noroeste de Japón.
Ingenieros de Fukushima-1 lograron extraer parte de la masa gaseosa concentrada en la cubierta protectora de uno de los reactores, y no obstante ayer ocurrió una explosión que causó cuatro heridos, y la fuga de gases.
A consecuencia de la explosión y la posibilidad de contaminación radictiva, las autoridades niponas ordenaron la evacuación de la población en un radio de 20 kilómetros de Fukushima-1 y 10 kilómetros de Fukushima-2.
Según diversas fuentes, el número evacuados fluctúa entre las 140.000 y las 200.000 personas.
Tras establecer el estado de emergencia nuclear en todo el país, las autoridades niponas reforzaron las medidas de seguridad en los 55 reactores nucleares que funcionan en las centrales atómicas que generan al menos el 29,3 % de la energía eléctrica que consume el país.
Según expertos rusos, la contaminación radiactiva ocasionada por la explosión en Fukushima-1 se desplaza en dirección sureste por el Océano Pacífico y no afectará las costas del extremo Oriente de Rusia.
Por otra parte, el jefe de policia de la localidad nipona de Miyag, citado por la cadena nacional NHK dijo que el número de muertos y desaparecidos a consecuencia del terremoto de 9 grados que azoto el noroeste del país el pasado viernes puede superar las 10.000 personas.
Situado sobre la congruencia de cuatro placas tectónicas, Japón se encuentra en una de las zonas sísmicas más activas del planeta y cada año ocurren movimientos sísmicos de diversa magnitud.
En 1923, el Gran Terremoto de Kanto destruyó prácticamente la ciudad de Tokio, ocasionado la muerte de más de 140.000 personas.