Bielorrusia solicitó oficialmente a Moscú un crédito para la construcción de la primera central nuclear, escribe hoy la prensa rusa. Un alto funcionario del Ministerio bielorruso de Energía, Nikolai Grusha, precisó que se trata de la suma de nueve mil millones de dólares, de los cuales US$6.500 millones se invertirán en la creación de las respectivas infraestructuras de mantenimiento.
La futura planta nuclear se instalará en la región de Grodno y tendrá dos reactores de 1.000 megavatios cada uno. El primero podría ponerse en marcha en 2016, y el segundo, dos años más tarde. El grupo ruso Atomstroyexport será el contratista general de las obras.
Que Minsk haya pedido un préstamo a Moscú no deja de parecer sorprendente a la luz del reciente conflicto provocado por las declaraciones de Alexei Kudrin. El titular ruso de Finanzas lanzó duras críticas contra la política financiera de Minsk y puso en duda la conveniencia de otorgarle el empréstito para la central nuclear, así como una nueva línea crediticia por valor de US$500 millones. Por su parte, el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, acusó al ministro ruso de aliarse con "salvajes que chillan gracias al dinero occidental" e instó a su Gobierno a no prestar dinero de Rusia.
"Muy al estilo de Bielorrusia", señaló a este respecto Alexei Makarkin, subjefe del Centro ruso de tecnologías políticas. "Siempre regatea en torno a cada punto y amenaza con reorientarse hacia Occidente pero nunca se irá lejos".
El experto recordó que Minsk y Moscú siempre acaban llegando a un acuerdo, tal y como sucedió, por ejemplo, en febrero pasado cuando Bielorrusia recibió de Rusia un crédito de turno y consintió la creación de un sistema único de defensa antiaérea en la región. El objeto de negociación ahora podría ser el reconocimiento de Osetia del Sur por parte de Minsk, así como la transición a los pagos en rublos.