Administrada por BP, la plataforma Deepwater Horizon se hundió cerca de la costa del Estado de Luisiana, el pasado 22 de abril, tras una explosión que desató un incendio de 36 horas de duración. Los servicios especializados de EEUU comenzaron la ignición controlada del petróleo que cubrió la superficie del mar como consecuencia de ese desastre.