De acuerdo con la más reciente
encuesta publicada por el diario mexicano
El Financiero, la presidenta llega con un 73% de aprobación entre la ciudadanía. Sin embargo, el talón de Aquiles del Gobierno es, de nuevo,
la seguridad.Esta percepción entre la ciudadanía se da a pesar de que, según
datos oficiales, en agosto de este año, 27 personas menos perdieron la vida por homicidio doloso respecto a septiembre de 2024,
al pasar de un promedio de 86,9 víctimas diarias a 59,2. Esto representa una disminución del 32% en el indicador.
Sputnik conversó con expertos en materia de seguridad sobre cómo ha sido el primer año de Sheinbaum en este tema.
En entrevista con Sputnik, el sociólogo y experto en seguridad, Roberto Álvarez Manzo, mencionó que, durante los primeros 12 meses de la Administración de Sheinbaum, la estrategia de "abrazos, no balazos" planteada por el pasado Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), ha dado un giro.
El analista consideró que, aunque hay matices y persisten algunas líneas de trabajo del sexenio anterior, lo cierto es que "se empieza a perfilar otra estrategia" para el país bajo la batuta del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de México (SSCP), Omar García Harfuch.
Con él coincide el consultor en materia de seguridad Alberto Guerrero Baena, quien en charla con este medio señaló como positivo el arribo de un perfil como el de García Harfuch a las riendas de la seguridad del país.
"Es un muy buen cambio, sobre todo tomando en cuenta que él conoce las entrañas de la formación policial en México", sentenció el experto.
Sin embargo, el especialista recordó que, desde hace décadas, el país se ha llenado de omisiones en temas de seguridad. Por este motivo, dijo que, a pesar de la llegada de García Harfuch a la estrategia de seguridad nacional, es necesario dotar de recursos y certidumbre a las organizaciones encargadas del rubro.
"El Gobierno no le está dando los dientes directos para poder actuar (...). [Harfuch] necesita reforzar su estructura. Le dejaron una secretaría sin dientes, sin infraestructura, sin ningún tipo de sistemas y un centro nacional de inteligencia diezmado", abundó.
Desde su regreso a la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha señalado al crimen organizado en México como el responsable de la
crisis de salud que enfrenta el país por consumo de fentanilo. Con este argumento, desde enero de este año, Washington designó a los carteles mexicanos como
organizaciones terroristas.
Dicha medida ha dado paso a planteos como el hecho por la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), que propuso atacar militarmente territorio mexicano, además de que las autoridades mexicanas han tenido que fortalecer su presencia en su frontera norte.
Al respecto, el analista Álvarez Manzo ponderó que México ha tenido que adaptar su estrategia en materia de seguridad a los requerimientos de EEUU.
Con él coincide Guerrero Baena, quien sentenció que un ejemplo que enmarca estas presiones externas son las
decenas de extradiciones de capos mexicanos a prisiones de Estados Unidos, así como el alza en operativos para la detención de elementos importantes del crimen organizado mexicano.