Fumata blanca… pero en la Casa Blanca
El documento prevé la creación del Fondo de Inversión y Reconstrucción entre EEUU y Ucrania "en reconocimiento del importante apoyo financiero y material que el pueblo estadounidense ha prestado a la defensa de Ucrania", según comunicó el Departamento del Tesoro de EEUU. La parte ucraniana también difundió parte del documento con la publicación de algunas disposiciones del texto por parte de Sviridenko.
El acuerdo no incluye ninguna garantía de seguridad por parte de EEUU, algo en lo que Ucrania ha venido insistiendo. Además, Washington tampoco fijó ningún compromiso de reanudar el suministro de armas a Kiev. El acuerdo solo menciona que, si EEUU decide alguna vez enviar equipos a Ucrania, estos se contabilizarán como una contribución estadounidense a dicho fondo.
A pesar de las afirmaciones de Sviridenko sobre la igualdad de la asociación, hay una serie de disposiciones que ponen en duda esta afirmación. Así, Ucrania se compromete a destinar al fondo el 50% de los ingresos de las nuevas licencias de recursos naturales y del presupuesto del país, mientras que la contribución de EEUU al fondo no está definida.
Entre otras disposiciones draconianas, Ucrania estará obligada a conceder al país norteamericano derechos prioritarios de compra de recursos naturales y de participación en la extracción de minerales, lo que limita la capacidad de Kiev de elegir las mejores condiciones comerciales para sí.
El analista internacional Marcelo Ramírez sostiene que con este acuerdo EEUU quiere asegurarse, sobre todo, la extracción de tierras raras. "Si bien hay muchos otros componentes que pueden interesarle, el tema de las tierras raras, que son fundamentales para la electrónica, está siendo apremiante para EEUU, que están intentando en cualquier parte del mundo acceder a eso en su competencia con China", concluye Ramírez.
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