A decir del vocero, hace unos días, los hutíes lanzaron un ataque contra el portaaviones estadounidense USS Harry S. Truman, que habría obligado al buque a desviarse hacia el extremo norte del mar Rojo, rumbo al canal de Suez.
La ofensiva logró derribar "un avión de combate F-18" y frustró "un ataque aéreo enemigo" contra Yemen.
La prensa estadounidense informó que un caza F/A-18 Super Hornet "se perdió" en el mar Rojo, tras caer por la borda del USS Harry S. Truman mientras era remolcado. Según los informes, lo anterior sucedió cuando el portaaviones realizó "un giro brusco" para esquivar el lanzamiento de drones y misiles de los hutíes.
Además, Sarea informó de un ataque con drones contra el portaaviones USS Carl Vinson "y sus buques de guerra en el mar Arábigo" y otro ataque con tres drones en contra de "objetivos militares del enemigo israelí". Esto en Tel Aviv y en Ashkelon.
A inicios de abril, el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, admitió que los hutíes han realizado 174 ataques contra buques de guerra de Estados Unidos y casi 150 ataques contra buques mercantes de ese mismo país en el último año y medio.
Las tensiones entre Washington y los hutíes de Yemen se han incrementado desde que el presidente estadounidense Donald Trump ordenó el pasado 15 de marzo ataques a gran escala contra Ansarolá.
En aquella ocasión, el mandatario aseguró que el tiempo de los hutíes "se había acabado" y prometió: "El infierno lloverá sobre ustedes como nunca antes!". Hasta la fecha, sin embargo, Ansarolá ha tenido tiempo de emprender ataques contra blancos norteamericanos. Incluso Trump escribió recientemente en su cuenta de Truth Social: "¡Nunca volverán a hundir nuestros barcos!".
Sin embargo, el movimiento Ansarolá se mantiene firme en su ofensiva, asegurando que no cesará sus ataques hasta que Israel detenga los bombardeos contra la Franja de Gaza.
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