El aumento del gasto militar por la vía extraordinaria fue anunciado por el presidente del Gobierno español luego de la reunión del Consejo de Ministros. España cumple así con los
compromisos adquiridos ante la OTAN, al adelantar los plazos en principio asumidos, también de cara a los planes de rearme de la UE.
La doble presión euroatlántica ha llevado a
Pedro Sánchez a una movilización de recursos sin parangón. Bajo el eufemístico nombre de
Plan Industrial y Tecnológico para la Seguridad y la Defensa, el Gobierno español prevé alcanzar un gasto equivalente al 2% del PIB nacional en seguridad y defensa en 2025. La cifra anunciada de 10.471 millones de euros supone incrementar de golpe en siete décimas el porcentaje actualmente dedicado a defensa.
En la OTAN celebran el anuncio. Su secretario general,
Mark Rutte, saludó de inmediato el plan del Gobierno español y conversó telefónicamente con Sánchez. "Acabo de hablar con Pedro Sánchez, quien me ha puesto al día sobre los planes de España para acelerar la inversión en defensa. Celebro el anuncio de alcanzar el 2% más rápido",
escribió en su cuenta personal de la red X.
El aumento del gasto en defensa ha terminado de
tensar las relaciones en el seno del Gobierno de coalición. En Sumar califican el aumento de "desorbitado" y su líder, la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda,
Yolanda Díaz, considera que "la propuesta nace de EEUU". Entre los apoyos externos del Gobierno, la brecha se amplía. La formación Podemos, en boca de su líder,
Ione Belarra,
califica al Ejecutivo de Sánchez de "Gobierno de la guerra" y llama a la movilización "por la paz".
En Izquierda Unida (IU), el principal partido de la coalición Sumar, hablan de "irresponsabilidad" y de "crisis de Gobierno" en ciernes. Su portavoz en el Congreso, Enrique Santiago, ha planteado la posibilidad de salir del Gobierno. "No somos nosotros los que estamos incumpliendo el acuerdo del Gobierno de coalición", destacó.
Respecto al principal partido de la oposición, el Partido Popular, se da la situación paradójica de que, aun siendo partidario de incrementar el gasto militar, critica la aprobación del plan "sin autorización parlamentaria, pese a que ello supone incumplir el artículo 4 de la Ley de Defensa Nacional", expresó su líder, Alberto Núñez Feijóo. Tampoco gusta que los ministros de la formación Sumar hayan mostrado "insumisión" en el Consejo de Ministros. Feijóo recriminó a Sánchez no detallar "de dónde va a sacar miles de millones de euros".
El Plan Industrial y Tecnológico para la Defensa y la Seguridad anunciado por Sánchez se estructura en cinco pilares principales, con una inversión distribuida de la siguiente manera:
Para acometer todas las tareas, Sánchez aludió a una financiación proveniente de tres fuentes:
Según declaró Sánchez, la ejecución del plan podrá elevar el PIB español entre 0,4 y 0,7 puntos porcentuales, y ayudará a crear hasta 96.000 empleos directos e indirectos, contribuyendo a un aumento de la inversión en I+D del 18%. Y todo esto, supuestamente, "sin tocar un céntimo del Estado del bienestar ni afectar al bolsillo de nuestros ciudadanos", indicó.
El anuncio del plan acontece en un contexto en que la deuda pública española repuntó en febrero un 2,6%, y alcanza los
1.646 billones de euros. Es decir, la deuda supera ya el porcentaje del 101,8% del PIB con el que el país cerró 2024. No hay detalles sobre la reorientación de fondos y la reasignación al gasto militar de partidas no ejecutadas de otros ministerios. Solo cabe comprender que el dinero destinado a la recuperación económica generada por el impacto de la pandemia, ahora tendrá otros fines. ¿
Una manera de hacer recortes?
Para
Carlos Sánchez Mato, profesor del Departamento de Economía Aplicada, Estructura e Historia de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el incremento adicional de 10.471 millones de euros para defensa supone "un evidente coste de oportunidad", pues en lugar de atender otras prioridades, esos recursos "se dedicarán a
alimentar la espiral belicista".
"Nada de esto ha sido considerado tan importante como el cumplimiento del compromiso del 2% del PIB a gasto militar adoptado por [el expresidente] Rajoy en 2014 y confirmado ahora por Pedro Sánchez", añade.
Según cálculos de este economista, con el dinero que Sánchez pretende movilizar para aumentar el gasto militar, se podrían "construir 400 hospitales comarcales, financiar 7.500 escuelas infantiles nuevas, contratar a 220.000 profesores de enseñanza primaria y secundaria durante un año, construir más de 180.000 viviendas públicas para alquiler asequible o hacer gratuita la red de transporte público de todas las comunidades autónomas durante tres años", entre otras propuestas en materia de apoyo sociolaboral a mujeres y políticas de transición ecológica.