Para garantizar que la frontera sea segura, "tenemos que asegurarnos de que la presencia militar sea duradera", añadió el mando en una comparecencia ante la comisión de servicios armados de la Cámara de Representantes.
Ante los legisladores, Guillot destacó que cárteles mexicanos "están tratando de encontrar nuevas formas de introducir personas y drogas a través de la frontera", según un resumen de la comparecencia publicado por el Instituto Naval, un centro de estudios centrado en las fuerzas armadas del país norteamericano.
De acuerdo con el oficial del Comando Norte, en la frontera existe una lucha entre los grupos del crimen organizado para recuperar sus fuentes de ingresos a medida que los gobiernos, tanto de México como de EEUU, toman medidas enérgicas contra el tráfico de personas y drogas.
Guillot destacó ante los integrantes del Comité que solicitó un cambio en las instrucciones a los elementos para que puedan disparar a aviones no tripulados.
Asimismo, Guillot refirió que las fuerzas en servicio activo desplegadas a lo largo de la frontera están armadas, "pero no realizan ninguna actividad de detención" y recalcó varias veces que la detención de personas migrantes la está llevando a cabo la Patrulla Fronteriza u otras fuerzas del orden.
"No tengo órdenes de arrestar a migrantes ilegales. Las fuerzas del Título 10 [en servicio activo] no están autorizadas a transportar inmigrantes ilegales o extranjeros", aclaró el jefe militar a los legisladores.
Según un recuento del Instituto Naval, unos 6.500 elementos fueron desplegados en la frontera luego de la llegada de Donald Trump a la presidencia de EEUU. Si se toman en cuenta los elementos de barcos y aviones, el número de fuerzas en servicio activo sube a 10.000.
El costo estimado para el Departamento de Defensa durante los dos primeros meses de despliegue ha sido de 376 millones de dólares, según declaró ante el comité Rafael Leonardo, que desempeña las funciones de subsecretario de Defensa.
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