En conferencia de prensa desde la Ciudad de México, Slim dijo que la imposición de gravámenes generaría inflación y un nuevo aumento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, así como un menor crecimiento de la economía.
"Creo que el presidente Trump ya está actuando en las cosas más complicadas que tiene que hacer y la primera es que tiene mucho consumo y mucho gasto", afirmó.
Trump anunció horas antes
aranceles a todas las importaciones estadounidenses de acero y aluminio. México es uno de los principales proveedores de esos materiales al mercado de EEUU. Además, el mandatario republicano se volvió a quejar del
déficit de 350 millones de dólares en la balanza comercial entre México y EEUU, y advirtió: "No voy a dejar que eso pase”.
De acuerdo con el empresario, unos de los hombres más ricos de México, Estados Unidos tiene que reducir costos y aumentar la inversión.
"Ya empezaron con la USAID, ya están viendo muchas cosas para meterse con ellas”, comentó Slim en referencia a la Agencia Internacional para de Desarrollo de EEUU, cuyos fondos fueron congelados por el Gobierno de Trump para hacer una revisión sobre el destino de dichos recursos.
Slim señaló que la situación de Estados Unidos no es buena actualmente porque dejó de producir muchas cosas y hasta ahora se dieron cuenta de que tenían que producir las cosas que necesitan en vez de importarlas, como los semiconductores.
Para el empresario mexicano, Washington no está invirtiendo lo suficiente de manera interna, mientras que China invierte el doble en el sector industrial y eso le puede quitar el liderazgo económico a nivel mundial a la Casa Blanca.
Slim dijo también que el planteamiento de Trump de reducir impuestos para que regresen a Estados Unidos las grandes empresas no va a funcionar. "No porque le bajen del 21 al 19 (el impuesto) se van a ir”, afirmó.
Además, pidió que estas empresas inviertan en EEUU, pero también en México, que actualmente tiene una ventaja competitiva con respecto a China, por ejemplo, donde el costo de mano de obra en manufactura ronda los 9 dólares por hora, mientras que en el país latinoamericano es de 4 dólares.