"Como alguien que ha sido víctima de todo tipo de persecución política, manifiesto mi solidaridad con el presidente Gustavo Petro", escribió Lula da Silva en su cuenta de X este jueves 10 de octubre, pocas horas después de la reactivación de la plataforma de redes sociales.
El jefe de Estado brasileño recordó cuando, en septiembre de 2016, la expresidenta brasileña, Dilma Rousseff, "fue víctima de un proceso de desafuero sin base legal y ese fue el comienzo de un periodo turbulento y traumático en la historia de Brasil".
"No se puede renunciar al debido proceso legal, mucho menos cuando está en juego la voluntad del pueblo expresada democráticamente en las urnas", aseveró el jefe de Estado brasileño.
El martes 8 de octubre, la sala plena del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Colombia resolvió iniciar una investigación contra de la campaña presidencial de Petro, por presuntamente haber omitido algunos préstamos y consignaciones en las cuentas que deben presentar los candidatos al final de las elecciones.
Tras conocerse el fallo, Petro afirmó que se trata del comienzo de un "golpe de Estado" y que el objetivo es sacarlo del ámbito político. Además, aseguró que, de concretarse la investigación, supondría "la mayor afrenta" a la democracia en la historia del país.
De acuerdo con El Colombiano, se trata de un proceso administrativo, por lo que el mandatario colombiano no podrá ser separado de su cargo, ya que dicha facultad es exclusiva del Congreso.
Sin embargo, la investigación tendría alcances administrativos y, de comprobarse las presuntas irregularidades, se impondrían multas contra las personas que administraron la campaña electoral, el gerente, el auditor y el tesorero.
Por esa razón, el jefe de Estado, Gustavo Petro, ha asegurado anteriormente que la investigación a su campaña está fraguando un "golpe de Estado a la colombiana", pues considera que se trata del primer paso para destituirlo del cargo a través del uso de las instituciones del Estado.
En septiembre de 2016, la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, fue destituida de su cargo por cargos de corrupción, apartándola de la función a la que llegó en 2011 y para la que fue reelegida en 2014. El proceso de impeachment fue denunciado como un golpe de Estado.
Por su parte, Lula da Silva, fue acusado de corrupción y lavado de dinero en julio de 2017 y encarcelado por tres años. Además, el líder del Partido de los Trabajadores fue imposibilitado para presentarse en las elecciones de 2018, en las que resultó vencedor Jair Bolsonaro.
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