"Es indudable que al compartir adiestramiento y cierto tipo de valores permitirá tener, no en el corto plazo, pero sí, una mayor y mejor coordinación entre las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional que pertenecen a una misma dependencia, es importante resaltarlo", señaló el investigador.
"Militarización implica cuando el poder militar presiona al poder civil para obtener canonjías, ventajas presupuestales o jurídicas, y aquí es al revés; aquí ha sido el presidente [...] hay protagonismo militar sí, pero por instrucciones de un civil, es como cuando se discute que la Guardia Nacional debe tener mando civil, al final el mando en este caso es de la presidenta [electa] de la República", consideró el experto.
"En el caso de México, a la ciudadanía y a las instituciones, evidentemente lo que más nos conviene es que funcione, porque lo que está en juego, en esta dualidad conceptual de seguridad pública y desarrollo, es importante que funcione para tener mejores condiciones para la ciudadanía", concluyó el académico.
"Es darles legitimidad"
"Es darles [a las FFAA] esa legitimidad en el aspecto de seguridad, también es reconocerles que su presencia en la estructura de Gobierno va más allá de las tareas tradicionales y que se les necesita, es un espaldarazo político también", dijo Álvarez León en entrevista.
"Lo que realmente nos queda y que es el rol que queda en las democracias, que sean los ciudadanos los que juzguen en función de lo real, no solamente lo que nos digan en datos, sino lo que percibimos, pero también vivimos. Que baje la delincuencia", concluyó.
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