Unos 223 millones de dólares asignados inicialmente a Automotive Cells Company (ACC) —entre cuyos accionistas se encuentran mencionados fabricantes de automóviles— se desviarían a otras iniciativas de energía verde después de que la compañía no proporcionara un plan definido de desarrollo de la fábrica, informó el medio, citando a las palabras del ministro de Industria italiana, Adolfo Urso.
La ACC, que tenía previsto construir tres plantas de baterías en Europa con una inversión total de 7.800 millones de dólares, suspendió los trabajos preparatorios en la localidad italiana de Termoli y en la ciudad alemana de Kaiserslautern a principios de 2024.
Como informa el medio, el Gobierno de Georgia Meloni "ha chocado repetidamente con Stellantis" en los últimos meses, ya que el fabricante de automóviles trasladó la producción a otros centros "más económicos", alegando una "disminución de la demanda" de los VE en todo el sector.
Por su parte, los representantes de Stellantis afirman que están dispuestos a impulsar la financiación y ampliar la producción en dos plantas de Italia y Alemania, "tan pronto como aumenten las ventas de vehículos eléctricos en Europa", reporta Reuters.
Europa pretende poner fin a las ventas de nuevos vehículos propulsados por combustibles fósiles para 2035 y anima a los ciudadanos europeos a utilizar los VE, pero la expansión de este tipo de automóviles se ve frenada por sus elevados precios y su limitada autonomía.
Además, la introducción de aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos como parte de la guerra comercial de Bruselas contra Pekín podría tener consecuencias negativas para la industria europea del sector.
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