La realidad que Occidente quiere esconder
Orbán se valió de su cuenta en la red social X para comentar impresiones de su encuentro con el líder chino respecto al conflicto en Ucrania. "China es una potencia clave para crear las condiciones de paz. Por eso vine a reunirme con el presidente Xi en Pekín, solo dos meses después de su visita oficial a Budapest", posteó junto a una foto tomada durante la reunión.
En otro post, y acompañado por un video, el primer ministro húngaro escribió: "El presidente Xi me dejó claro hoy que China continuará con sus esfuerzos destinados a crear las condiciones para la paz. ¡No estamos solos! La misión de paz continuará…".
En tanto, según la agencia Xinhua "el presidente Xi expresó su agradecimiento por los esfuerzos de Orban para promover la solución política de la crisis ucraniana y expuso los puntos de vista y las propuestas de China al respecto".
"Xi subrayó que un pronto alto el fuego y un acuerdo político redundan en interés de todas las partes, afirmando que la prioridad es enfriar la situación respetando los tres principios de no expansión del campo de batalla, no escalada de los combates y no avivamiento de las llamas por ninguna de las partes", señala la agencia.
Mientras, en una entrevista que concedió al periódico suizo Die Weltwoche, Orban declaró sobre Putin tras su reciente visita a Moscú: "Es una persona racional al 100 %, más del 100 %, cuando negocia, explica o propone algo. Es muy cauteloso, puntual […] Resulta realmente muy difícil negociar [con Putin] y estar preparado si quieres mantener el mismo nivel intelectual y político", recalcó.
Estas palabras de Orban "representan un punto de vista de diagonal", afirma el Dr. en Relaciones Internacionales y autor del libro El descenso de la política mundial en el siglo XXI Alberto Hutschenreuter.
"Orban nos está diciendo lo que no todo el mundo quiere escuchar. Nos está diciendo que en el mundo no hay líderes irracionales. […] Este tipo de categorías, que son muy habituales en los medios, se escuchó mucho cuando Rusia puso en marcha la operación militar especial en febrero de 2022, se escuchó mucho en los medios occidentales esta forma de calificar a los líderes, que pareciera que en una parte del mundo habita el bien, y en la otra habita el mal", observa el analista.
"Yo creo que estas categorías, estas calificaciones de 'buenos', 'malos', 'ángeles', 'demonios', y otros, no solamente no ayudan a comprender la política internacional, sino que generan confusión, porque son categorías inútiles a la hora de pensar el mundo. Por eso, cuando Orban dice que encontró en Putin un líder que reflexiona, no tengo la menor duda. Obviamente que estas palabras del primer ministro húngaro generan disconformidad, descontento en Occidente, porque es lo que Occidente no quiere escuchar", sentencia Hutschenreuter.