En un debate entre los aspirantes demócratas a la nominación presidencial, Biden se posicionó en contra de la política migratoria del entonces presidente Donald Trump: "Aquellos que vengan buscando asilo, deberíamos tener la capacidad inmediata de recibirlos y de mantenerlos a salvo hasta que puedan ser escuchados".
Este 4 de junio, a cinco meses de las elecciones presidenciales en las que Biden buscará su reelección, el mandatario firmó una orden ejecutiva para prohibir dar asilo a quienes atraviesen ilegalmente la frontera desde México.
"Estas acciones estarán vigentes cuando los altos niveles de encuentros en la Frontera Sur excedan nuestra capacidad de generar condiciones oportunas, como es el caso hoy. Harán que sea más fácil para los oficiales de inmigración expulsar a aquellos que no tienen una base legal para quedarse y reducirán la carga de nuestros agentes de la Patrulla Fronteriza", se lee en el comunicado de la Casa Blanca.
La Casa Blanca anunció que esta medida se mantendrá hasta que se reduzca el número de personas que buscan llegar al país a través de la frontera con México.
El doctor José María Ramos, investigador del Colegio de la Frontera Norte, explicó en entrevista con Sputnik que la decisión ocurre en el marco de una movilización histórica de personas cuyo objetivo es poder acceder a Estados Unidos. Esto se suma a las presiones que han ejercido los gobiernos republicanos como el de Greg Abbot en Texas, quien implementó agresivas medidas en su frontera con México para contener los flujos migratorios.
Un tercer factor es que la migración se ha posicionado como el principal tema electoral en Estados Unidos. "El presidente Biden tiene que plantear una agenda con la cual se pueda acercar a los electores de centro moderados (...) Contradictoriamente, el problema no es económico en Estados Unidos, es un problema que tiene que ver con una gran polarización política-ideológica" consideró el doctor Ramos.
El doctor Ramos señaló que en lo que va de la Administración Biden se han detenido un aproximado de 8.000.000 de personas en la frontera sur.
Juan Daniel Garay Saldaña, maestro en estudios México-Estados Unidos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), también destacó la presión ejercida por el contexto electoral en el país.
"Debemos interpretarlo como un mensaje del propio presidente de que está combatiendo la crisis migratoria que actualmente observamos en la frontera y que ya tiene bastante bastante tiempo de estar ocurriendo. Quiere demostrar ante los electores en esta dinámica electoral que está haciendo mucho por el país al detenerlos, porque este ha sido una de las principales críticas dentro de sus propias políticas", señaló en entrevista con Sputnik.
A principios de este año, Biden anunció un acuerdo bipartidario en materia migratoria que, entre otros aspectos, planteaba otorgar al presidente en turno la capacidad de cerrar la frontera. El mandatario dijo que usaría dicha facultad desde el primer día en que firmara la iniciativa en caso de aprobarse.
La iniciativa, que también planteaba destinar más recursos para la atención de migrantes en la frontera con México, fue frenada por los republicanos que apoyan al exmandatario Donald Trump, quien calificó como insuficiente el plan.
¿Funcionará su estrategia?
De acuerdo con el doctor Ramos, las políticas implementadas durante el gobierno de Biden, tales como las visas humanitarias y estatus de protección temporal, fomentaron el aumento de los flujos migratorios hacia el país.
Ante ello, la Administración Biden echó marcha atrás para buscar contener la crisis fronteriza, un trabajo en el que incluso el gobierno de México ha colaborado.
"México a partir de enero de este año incrementó su política de contención y de control migratoria con lo cual, por ejemplo, en diciembre del año pasado, el número de tensiones por Aduanas y Protección Fronteriza fueron cerca de 240.000 personas migrantes y ahora en enero fueron aproximadamente de 130.000", detalló el especialista Ramos.
"Un efecto que pudiera tener también es en la base demócrata, aunque hay que señalar que tanto la base electoral demócrata y republicana, incluso ya también los propios ciudadanos que votan por los demócratas, tampoco están como que tan contentos con el flujo migratorio tan intenso que hay en la frontera, entonces está calculando justamente atraer a los republicanos, algunos republicanos digamos despistados y mantener también cierta base con los propios ciudadanos demócratas", consideró el especialista Garay Saldaña.
La decisión de Biden ya ha ocasionado reacciones por parte de los demócratas. Alex Padilla, senador que representa a California, criticó la orden ejecutiva del mandatario.
"Al revivir una prohibición de asilo de la era Trump, el presidente Biden ha abandonado nuestras obligaciones de brindar a las personas que huyen de la persecución, la violencia y el autoritarismo la oportunidad de buscar refugio en los EEUU", escribió en sus redes sociales el legislador.
Por su parte, la congresista Pramila Jayapal se dijo “extremadamente decepcionada” por la medida.
"La realidad es que lo único que ‘arreglará’ la frontera es modernizar un sistema de inmigración sumamente obsoleto que ha reducido las vías legales y los recursos para procesar a los inmigrantes a niveles intolerables", señaló en un pronunciamiento.
De acuerdo con un sondeo realizado por el medio NBC, menos del 30% de los encuestados aprueban la forma en la que el presidente Biden ha manejado el tema de la inmigración.
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