En medio de fuertes temores entre los países miembros de la Unión Europea (UE) por una posible crisis energética ante la escasez del gas ruso, en Alemania se inicia un debate sobre si deben o no levantarse las sanciones en contra de este combustible proveniente de Rusia.
Eugen Schmidt es uno de los políticos que consideran que una crisis energética derivada del conflicto en Ucrania podría ser grave para el país germano.
"La puesta en marcha de los [gasoductos] Nord Stream 1 y Nord Stream 2 en toda su capacidad forma parte de los interés de Alemania. Concretamente, las entregas económicas de gas a través de gasoductos procedentes de Rusia permitirán a Alemania evitar una crisis energética en el siguiente periodo invernal", aseguró Schmidt.
El legislador explicó que el bienestar de los alemanes depende del "suministro de fuentes de energía baratas desde Rusia".
Schmidt también pidió al Gobierno alemán que "intente desechar la política de sanciones —que en primer lugar afecta a la propia Alemania— y siga construyendo una relación a largo plazo y basada en la confianza con Rusia, sin amenazas ni ultimátums en política exterior".
En los últimos días ha trascendido en medios de comunicación que la Unión Europea (UE) prepara un plan para ahorrar gas ante su negativa de comprar este combustible a Rusia. Según informó Bloomberg, el bloque europeo pedirá a sus países miembros disminuir su consumo de gas un 15%.
La eurozona ha dicho que su objetivo es, para finales de 2022, reducir sus importaciones de este energético desde suelo ruso hasta en un 90%. Por ese motivo, la Unión Europea pedirá a su población limitar el aire acondicionado a un mínimo 25 grados centígrados y la calefacción a un máximo de 19, sobre todo cuando comience la estación invernal, de acuerdo con documentos obtenidos por el diario español El País.