"En estos momentos, lo que más determina [el valor del euro] es la balanza comercial de la Unión Europea, sobre todo lo que tiene que ver con las importaciones de gas, fertilizantes y algunos granos desde Rusia y Ucrania. Todos estos insumos se han encarecido y se siguen encareciendo debido a la escasez y a las sanciones a Rusia", explica el también académico del Tecnológico de Monterrey.
"La depreciación del euro tiene mucho que ver con los riesgos de una posible recesión y con las presiones inflacionarias. Justo esta semana, la Comisión Europea rebajó sus estimaciones de crecimiento para el PIB a 2,7% y elevó sus estimaciones de inflación para fin de año a 6,1%. El miedo a una recesión y la incertidumbre por la escasez energética está provocando que el mercado se esté refugiando en dólares", comenta Irasema Andrés Dagnini, economista de la Universidad Autónoma de Metropolitana (UAM) y colaboradora en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).