"Quieres sancionar a un país, pero si lo haces en realidad, sancionas a un mercado completo. El aumento de precios de los energéticos y los alimentos es la combinación perfecta para que haya una escalada inflacionaria global", considera el economista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Óscar Rojas.
Un golpe al mundo
Las economías crecerán menos
"La guerra ha provocado una crisis aún más severa en la cadena de suministros. Eso quiere decir que el mundo vive un desabasto de mercancías y, con ello, los precios empiezan a subir y las expectativas de crecimiento [económico] se debilitan. Si muchos países, sobre todo de Latinoamérica, pensaban que en 2022 regresarían a niveles previos a pandemia, es posible que ese pronóstico se retrase", observa Irasema Andrés Dagnini, economista de la Universidad Autónoma de Metropolitana (UAM) y colaboradora en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).