En una carta enviada al diario británico The Guardian, la principal agencia de investigación de Estados Unidos aceptó que sí compró algunos servicios de NSO Group, la tecnológica israelí que está detrás de Pegasus, el software espía que permite monitorear y vigilar smartphones a distancia, y el cual ha sido utilizado por Gobiernos de varios países, como México.
Sin embargo, el FBI aclaró que se trata de una "licencia temporal" cuyos objetivos no están relacionados con labores de espionaje, sino con "estar actualizado en materia de tecnologías y oficios emergentes".
Según el periódico estadounidense The New York Times, la compra se realizó en 2019, durante la Administración de Donald Trump.
"No hubo ningún uso operativo en apoyo a alguna investigación, el FBI adquirió una licencia limitada únicamente para probar y evaluar el producto", señaló el FBI.
El hecho de que el FBI acepte que compró el programa Pegasus contrasta con la decisión del Gobierno de Joe Biden de colocar en la lista negra de Estados Unidos a NSO Group por supuestamente desarrollar software que permita el hackeo, la vigilancia y la reoresión transnacional contra la libertad de expresión.
Cuando el sistema de Pegasus logra colarse en un dispositivo móvil, automáticamente toma el control de éste y accede a toda su información, desde llamadas telefónicas o mensajes hasta correos electrónicos y material multimedia. También funciona como un aparato de espionaje en tiempo real, ya que se instala una especie de micrófono para recoger sonidos a distancia.
"[En el FBI] no lo utilizaban en absoluto. Ni siquiera lo encendían. Pero seguían pagando por él y querían renovarlo. Fue un proyecto de prueba de un año y costó alrededor de 5 millones de dólares, y lo renovaron por otros 4 millones", reveló la fuente consultada por The Guardian, que pidió el anonimato por razones de seguridad.
4 de diciembre 2021, 15:28 GMT
La compañía NSO Group ha sido una piedra en el zapato para Apple. En diciembre pasado, técnicos de Google descubrieron un programa malicioso llamado ForcedEntry, que ataca los dispositivos de la marca mediante un GIF aparentemente inofensivo.
"Es uno de los exploits más sofisticados técnicamente que hemos visto jamás; está al nivel de ataques de los espías de las naciones-Estado más avanzadas", advirtieron los investigadores del Project Zero, un equipo de analistas creado por Google hace siete años para detectar problemas de ciberseguridad.