"Todo nuestro lugar de trabajo ha sido afectado. Ese combustible porque queremos que limpien de una vez nuestra zona de trabajo para comenzar a ver que están limpias y nuestras especies vuelvan (...) Tenemos las pruebas [de la contaminación] para mostrar a Repsol y se las vamos a enviar", dijo uno de los pescadores al diario local El Comercio.
El 15 de enero, un accidente en la refinería La Pampilla, ubicada en el distrito limeño de Ventanilla y administrada por la transnacional Repsol, hizo que se vertieran al mar cerca de 6.000 barriles de petróleo, ocasionando la contaminación de cerca de 155 kilómetros cuadrados, un área equivalente a 16.000 canchas de fútbol.
Según informó el medio, los pescadores colocaron piedras en el tramo de la carretera conocido como Pasamayo, utilizado exclusivamente para camiones y buses de pasajeros, exigiendo que Repsol repare el daño ocasionado en el mar.
En la víspera, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo anunció que hará entrega de un bono de 1.000 soles (264 dólares) para los pequeños pescadores que se han visto afectados por el desastre ecológico.