"Alcogal tiene una sólida trayectoria profesional. Nuestra auditoría interna no encontró evidencia alguna de incumplimiento en ninguno de los casos mencionados por el ICIJ", dijo la empresa en alusión al consorcio periodístico que destapó la trama.
Según la empresa, la publicación del ICIJ “está plagada de información inexacta, desactualizada y proyecta una imagen equivocada acerca de las actividades”, de la firma, y en algunos casos la vincula con personas mencionadas que nunca fueron sus clientes.
La nota agrega que Alcogal coopera con las autoridades competentes (reguladores, supervisores, autoridades judiciales, tributarias, o de cualquier otra índole) para aclarar cualquier situación o suministrar cualquier información o documentación que sea requerida.
3 de octubre 2021, 16:48 GMT
El bufete, calificado por ICIJ como “un imán para los ricos y poderosos de Latinoamérica, reafirmó que sus actividades son exclusivamente de naturaleza jurídica y corporativa, y rechazó que brinde servicios financieros o asesoría en materia tributaria.
“Ellos (ICIJ) ya tenían decidido quién sería culpable y quién sería inocente en su particular manera de entender los procesos de debida diligencia. Con un prejuicio ya adoptado -incluso acuñado en una marca (Pandora Papers)- el único interés era confirmar sus propias creencias”, concluya la nota.
3 de octubre 2021, 20:18 GMT
Los recién expuestos Pandora Papers señalan a 35 jefes y exjefes de Estado, incluidos los actuales presidentes Sebastián Piñera (Chile), Luis Abinader (República Dominicana) y Guillermo Lasso (Ecuador), y más de 330 altos cargos y políticos en 91 países.
En particular aparecen implicados, el exprimer ministro británico Tony Blair, el antiguo director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, el rey Abdalá II de Jordania; el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, los cantantes Julio Iglesias y Shakira o el entrenador Pep Guardiola.
En 2016 el ICIJ filtró los llamados Papeles de Panamá, 11,5 millones de documentos del despacho panameño Mossack Fonseca, que revelaron que líderes políticos y personalidades del mundo contrataron los servicios de este bufete para crear sociedades extraterritoriales presuntamente para evadir impuestos.
La documentación involucró a varias personalidades, entre ellas 148 políticos provenientes de 50 países, y por el daño económico y reputacional causado por esta fuga de datos, Mossack Fonseca se vio obligado a cesar su actividad en marzo pasado.
Varios colectivos sindicales y de izquierda en Panamá cuestionaron la preocupación gubernamental por la imagen del país, presuntamente dañada por las nuevas revelaciones sobre el papel de bufetes locales en presuntos actos de corrupción.
“¿La imagen del país? Pandora Papers demostró la estructura corrupta de los grandes bufetes. Mismos que donan la campaña de todos los que han gobernado”, señaló el Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Construcción (Suntracs), el mayor de la nación istmeña.
Al respecto, el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales de Panamá (Frenadeso) señaló que los sectores indignados por las revelaciones sobre Algocal son los partidos tradicionales, empresarios, banqueros y figuras que integran una suerte de “mafiocracia”.
La investigación periodística, fundamentada por documentación filtrada, evidenció que los expresidentes panameños Ernesto Pérez Balladares (1994-1999), Juan Carlos Varela (2014-2019) y Ricardo Martinelli (2009-2014) se valieron de estas tretas para negocios personales.