"Durante la Edad Media el consumo del cornezuelo era accidental. El consumo de pan blanco elaborado con trigo era reservado para los reyes y los nobles. En cambio, el pan fabricado con centeno, más oscuro, era el que comían las gentes más humildes. Por comer pan de centeno no ocurre nada, actualmente se consume, pero el problema era que junto a los granos del cereal estaban mezclados los esclerocios del cornezuelo del centeno. Al moler todo junto se obtenía una harina de centeno contaminada con cornezuelo con la que se elaboraba el pan", recalca el profesor de Botánica.
"Se denominaba 'oro negro' por el color del cornezuelo, pero sobre todo se consideraba el 'wolframio vegetal', debido a que el mineral wolframio que se extraía de Galicia era imprescindible para reforzar los blindajes de los tanques alemanes fabricados durante la Segunda Guerra Mundial", explica a Sputnik Carlos Illana, profesor de la Universidad de Alcalá.
"Es importante conocer su existencia porque es algo que para muchas familias fue importante en un momento determinado y forma parte de nuestra historia. Galicia está en la esquina de la península y puede haber la sensación de que somos un pueblo poco conectado internacionalmente. El cornezuelo nos demuestra que no es así y nos permite cuestionarnos si nuestra historia fue tal y como nos la han contado, a la vez, revaloriza todo el saber popular sobre nuestros recursos naturales. Un saber que está en peligro de extinción", señalan las directoras del documental Negro Púrpura.
"El principal suministrador para Europa era Rusia, pero probablemente por los períodos de crisis que afectaron a Europa en la primera mitad del siglo XX, España se convirtió en el principal suministrador", aclara Illana. "La mayoría del cornezuelo español procedía de Galicia, también de algunas zonas de Castilla y León. Entre 1990-1950 la producción de cornezuelo en España era superior a la tonelada por año, de 1920-1925 más de dos toneladas anuales", explica el profesor de Botánica.