De acuerdo con un comunicado de la policía checa, Petrov y Boshírov se buscan en el marco de una investigación de "las circunstancias de un crimen grave".
La nota indica que los dos rusos en octubre de 2014 presuntamente estuvieron el territorio checo, en concreto en Praga y en las regiones de Moravia-Silesia y Zin, en el este del país. Durante su estancia, utilizaron no solo pasaportes rusos, sino también un moldavo y un tayiko.
En marzo de 2018 el exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia fueron hallados inconscientes cerca de un centro comercial en la ciudad británica de Salisbury, como resultado de lo que Londres llegó a calificar como intento de envenenamiento con una sustancia neuroparalizante.
Las autoridades británicas acusaron oficialmente a dos rusos, presuntos agentes de inteligencia Petrov y Boshírov, de un intento de homicidio contra los Skripal.
Moscú rechaza de plano las acusaciones de Londres, que considera infundadas, y envió decenas notas diplomáticas al Foreign Office reclamando acceso a las pruebas para poder colaborar con la investigación, así como a los Skripal que son ciudadanos de Rusia.
Por su parte, Petrov y Boshírov en una entrevista con la cadena rusa RT aseguraron que son empresarios y que estuvieron en marzo de 2018 en Salisbury como turistas.