"¿Podría Alemania usar la vacuna Sputnik V de Rusia pendiente de la aprobación de la EMA? Estoy de acuerdo. Si la coordinación europea no funciona, tenemos que hacerlo solos", dijo Draghi este viernes en una rueda de prensa.
Estas declaraciones se producen poco después de que la canciller alemana, Angela Merkel, abogó por usar la vacuna rusa si esta es autorizada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA). Al subrayar que preferiría "adquisiciones europeas", la canciller afirmó que si estas no se llevan a cabo, "deberemos emprender nuestro camino alemán a solas".
19 de marzo 2021, 18:39 GMT
En línea con las palabras de su homóloga germana, el jefe del Ejecutivo italiano destacó la importancia de la coordinación europea, pero advirtió que a falta de la misma, los países podrían tomar sus propias decisiones.
"La coordinación europea es la principal vía para buscar vacunas. Pero si no la hay, cada uno puede actuar por su cuenta. Si la UE continúa trabajando con la Sputnik V, está bien, de lo contrario el proceso marchará de distinta manera. Así es como creo yo que actuar en esta situación", puntualizó.
Para Draghi, la coordinación europea debe enfocarse con pragmatismo: si es imposible mantenerla, se podrían buscar "otras vías" para la adquisición de vacunas.
Al referirse a sus planes para vacunarse, anunció que cuando le toque hacerlo, se pondrá la vacuna de AstraZeneca, al igual que lo hicieron ya sus homólogos francés y británico.
La vacuna rusa Sputnik V se somete desde el 4 de marzo a examen en la EMA. Anteriormente, el regulador europeo expresó la esperanza de que la evaluación del fármaco se realice en un plazo acelerado, pero aún sin precisar la fecha de la aprobación del fármaco.
La vacuna rusa Sputnik V
Sputnik V, registrada en Rusia el 11 de agosto de 2020, consta de dos dosis que se aplican con un intervalo de 21 días. La primera se basa en el adenovirus humano tipo 26 y la segunda, en el adenovirus humano recombinante del tipo 5.
A principios de febrero, la revista científica británica The Lancet publicó los resultados provisionales de la tercera fase del ensayo clínico de la vacuna rusa, que confirmaron una seguridad y eficacia del 91,6%.
La vacuna está aprobada en 70 países de Europa, Asia, África y América, entre ellos Argentina, Bolivia, México y Venezuela.