El secretario de Estado del Ministerio Federal de Asuntos Exteriores de Alemania, Niels Annen, declaró que, de momento, su país está recibiendo de EEUU "solo señales" sobre el Nord Stream 2, y que desconoce cuál será la política de Washington.
En Estados Unidos los demócratas y republicanos se unieron en su oposición a la construcción del gasoducto, si bien la implementación del proyecto es una cuestión de soberanía alemana. "Es inaceptable amenazar a sus amigos con sanciones", señaló. "Espero que lo entiendan", expuso el diplomático alemán en la conferencia CERAWeek.
"La Administración [del actual presidente estadounidense, Joe] Biden intentará bloquear el Nord Stream 2, pero no creo que [esa táctica] sea tan radical, tan grosera, tan agresiva, como lo era la de la Administración [del expresidente de EEUU, Donald] Trump", explica Konstantín Blojin.
Si Berlín dice rotundamente no, el mandatario del país norteamericano se detendrá, ya que para él el objetivo principal es recuperar las relaciones transatlánticas, también con Alemania, sostiene Blojin.
El politólogo asegura que Alemania insistirá en la necesidad de finalizar la construcción del gasoducto.
"Para Alemania es una cuestión de precios, y aquí el Nord Stream 2 no tiene competencia", señala Blojin. Además, es una cuestión de seguridad energética, puesto que sin el Nord Stream 2 Alemania cederá en competitividad desde un punto de vista económico. Por una parte, la alternativa sería recibir gas licuado estadounidense, más caro, o desde Oriente Medio controlado por aliados estadounidenses, detalla el experto.
El proyecto Nord Stream 2 tiene por objetivo la puesta en marcha de un gasoducto que transportaría hasta 55.000 millones de metros cúbicos de gas natural al año desde Rusia a Alemania, pasando por las aguas territoriales o las zonas económicas exclusivas de Dinamarca, Finlandia, Alemania, Rusia y Suecia. Se oponen al nuevo gasoducto, cuya construcción está a punto de finalizar, EEUU, que busca vender a Europa el gas natural licuado de sus yacimientos de esquisto, y varios países europeos como Polonia, Letonia y Lituania.
En diciembre de 2019 el país norteamericano impuso sanciones contra el gasoducto, y, como resultado, la empresa suiza Allseas tuvo que suspender la instalación de las tuberías del Nord Stream 2. Las obras se reanudaron un año después. El 11 de diciembre de 2020 el buque de tendido de tuberías Fortuna colocó 2,6 kilómetros del gasoducto en las aguas de la zona económica exclusiva de Alemania, a menos de 30 metros de profundidad.
El 22 de febrero del 2021 el Departamento del Tesoro de Estados Unidos volvió a imponer sanciones al Fortuna y a su propietario KVT-RUS.
El 2 de marzo Alemania rechazó las sanciones de EEUU contra el proyecto y las calificó de ataque a la soberanía europea.