Cuando en marzo de 2020 el gobierno ecuatoriano decretó medidas de confinamiento para frenar la expansión del COVID-19, nadie se imaginó el verdadero golpe que implicaría la pandemia para todos los sectores económicos y para el sector turístico en particular.
El monto considera los recursos que dejaron de entrar al país por los diversos tipos de turismo, así como todas las actividades ligadas al sector: hoteles, proveedores, aerolíneas, agencias de viaje, empresas mayoristas, operadores turísticos, entre otros.
En medio de una inminente segunda ola de COVID-19, tanto en Ecuador como en otros países, al menos en el primer semestre de 2021 son pocas las expectativas de que el sector logre levantar cabeza, pese a los esfuerzos por recuperarse.
Las esperanzas de reactivación están centradas en el turismo internacional y en la vacuna del COVID-19, con la que se espera que hasta el segundo semestre se inmunice a la mayor parte de la población, no solo de Ecuador sino del mundo.
"Yo estoy convencido de que cuando tengamos una gran cantidad de población vacunada a nivel mundial, el turismo comenzará a reactivarse; las aerolíneas, al igual que sucedió en el pasado con la fiebre amarilla en ciertos países, solicitarán a quienes quieran viajar un certificado de vacunación", dice a Sputnik el presidente de la Federación Hotelera del Ecuador (Ahotec), André Oboil.
Ecuador hace un turismo receptivo y recibe 1,4 millones de visitantes al año, provenientes sobre todo de países como Inglaterra, Francia, Australia, Estados Unidos y Canadá, que también están fuertemente afectados por la pandemia.
En el plano doméstico, pese a que Ecuador ha anunciado que en 2021 recibirá 18 millones de dosis de vacunas para inmunizar a cerca de 50 por ciento de su población, aún hay escepticismo de que esas cifras se concreten, en medio del cambio de gobierno, previsto para mayo.
Al momento, los hoteles de Ecuador tienen ocupada en promedio solo 20 por ciento de su capacidad, pese a que aplican una tarifa muy baja.
Hoteles que antes de la pandemia cobraban 70 dólares por noche ahora cobran apenas 30 dólares, y aun así la tasa de ocupación es muy baja, según datos de la Ahotec.
Desde que las actividades comenzaron a abrirse en mayo, y con mayor fuerza en el último trimestre del 2020, ciertos destinos, como por ejemplo la hotelería de fin de semana, hotelería en el campo, hosterías en la playa, cerca de las montañas, y haciendas, comenzaron a moverse con turismo doméstico: personas que buscan desestresarse el fin de semana y alejarse del encierro y la rutina diaria.
"Ahora que sacarse la mascarilla y respirar aire fresco es un lujo, ese tipo de escapadas dan un importante respiro", dice Obiol.
Una parte de la estrategia de reactivación del turismo, sobre todo a gran escala, se basa en los precios; más que rentabilidad, por ahora el sector busca sobrevivir.
La nula demanda de destinos turísticos ha obligado a las empresas en todo el mundo a disminuir costos para reducir las tarifas de sus servicios, a tal punto que no es raro que ofertas de cruceros que antes de la pandemia costaban 2.000 dólares por semana y por persona, ahora rondan los 400 dólares.
Ecuador, un país bañado por el océano pacífico, cruzado por los Andes, y que tiene la mayor biodiversidad por kilómetro cuadrado del planeta, puede presumir de diversos destinos turísticos: playas, selva, montañas, ciudades coloniales... y como si eso fuera poco, las afamadas islas Galápagos, destinos que ahora reciben casi exclusivamente a turistas nacionales, muchos de los cuales recién comienzan a descubrir su país, en medio de las restricciones que impone la pandemia.
Para el turismo internacional, los expertos pronostican que recién en 2024 o 2025 se volverá a ver una situación similar a la vivida en 2018 o 2019.
Hasta tanto, los ecuatorianos, sobre todo quienes acostumbraban salir de vacaciones al exterior, seguirán redescubriendo su país, como está sucediendo en muchas naciones alrededor del mundo.