Luna-1, también conocida como Mechtá —sueño, en ruso—, entró a la historia de la carrera espacial por otras razones. Esta fue la primera nave en alcanzar la llamada velocidad de escape de la Tierra, es decir, la velocidad necesaria para vencer la influencia gravitacional de nuestro planeta y alejarse de él indefinidamente. Desde el nivel del mar, es de poco más de 11 kilómetros por segundo, lo equivalente a unos 40.280 kilómetros por hora.
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/ Un fallo en el sistema de control de la sonda no permitió que impactara la superficie lunar, como era lo planeado. Sin embargo, la misión Luna-1 permitió desarrollar y poner a prueba la tecnología de vuelo al satélite natural de la Tierra que se utilizó en naves espaciales posteriores.
Solamente unos meses tras el lanzamiento de Luna-1, su sucesora, Luna-2 logró alcanzar la superficie lunar por primera vez en la historia. El 14 de septiembre de 1959, una década antes de que el hombre pisara la Luna, el dispositivo soviético impactó en la zona conocida como Mare Imbrium.
El programa lunar soviético, dirigido por el 'padre de la cosmonáutica' Serguéi Koroliov, se extendió casi dos décadas. A lo largo de los años, se enviaron dos docenas de sondas a nuestro satélite lunar, las cuales, entre otras cosas, registraron las primeras instantáneas de la cara oculta de la Luna y regresaron a la Tierra con muestras de suelo lunar.