"Desde inicios de agosto en Italia circula una variedad del coronavirus muy similar a la variedad inglesa", afirmó Caruso.
En sus palabras, podría tratarse de un precursor del tipo del COVID-19 que surgió en el Reino Unido en septiembre y después se propagó por Europa.
La versión italiana fue detectada de manera casual, "observando una persistencia viral anómala en un paciente que había estado enfermo del COVID-19 en abril" y volvió a dar positivo en la prueba del coronavirus en agosto, explicó el médico.
"En noviembre decidimos secuenciar el virus para entender las causas de esta persistencia y nos dimos cuenta de que habíamos identificado una nueva variante, similar pero no idéntica a la variante inglesa que comenzaba a circular también en Italia", relató Caruso.
Según demuestran los análisis clínicos, "esta nueva variedad italiana podría haber surgido a inicios del mes de julio".
A pesar de las mutaciones presentes en la nueva variante, la vacuna contra el COVID-19 debería ser eficaz contra ella, aseguró Caruso.