"Lo que pasó el año pasado no debe volver a ocurrir en nuestro país", afirmó Arce en un acto de graduación de nuevos oficiales de la Academia Nacional de Policías, en La Paz, al cual asistieron el alto mando de la institución del orden, diplomáticos y líderes parlamentarios.
La advertencia de Arce, cuya victoria en las recientes elecciones extraordinarias trajo al MAS de vuelta al Gobierno, surgió en medio de una renovada polémica sobre si lo ocurrido a fines de 2019 fue directamente un golpe o una crisis derivada de un supuesto fraude.
Raíces
Arce, quien afirmó repetidamente antes y después de su asunción que el derrocamiento de Morales fue un golpe contra la democracia dijo a los policías que su insubordinación de 2019 los puso de espaldas al pueblo.
"Nunca más se debe dar la espalda al pueblo boliviano porque a ellos nos debemos, de ellos venimos. Ningún árbol sobrevive sin raíces, ningún ser humano sobrevive lejos de su pueblo, por eso nunca deben olvidar sus raíces, de dónde vienen", reflexionó el mandatario.
El gobernante sostuvo que la reconstrucción de la institucionalidad nacional, que consideraba dañada por el Gobierno transitorio del último año, era tan importante como la recuperación de la estabilidad y el crecimiento económicos.
Arce emplazó a la policía a participar en ambas tareas, acatando "disciplinadamente" las órdenes del Gobierno nacional.
"No olviden nunca que se deben al pueblo boliviano y que el respeto a la institución, la Constitución Política del Estado, la ley orgánica y los reglamentos de la institución debe primar en el ejercicio de su trabajo profesional", insistió.
Arce relevó al alto mando policial pocos días después de tomar el Gobierno y puso como comandante nacional a un coronel, Jhonny Aguilera, forzando el retiro de todos los generales de la fuerza pública.