"Lo malo es que el cohete, de haber despegado con una válvula defectuosa, habría regresado a la Tierra como un cúmulo de chatarra […] Lo bueno es que el sistema de control de calidad detectó a tiempo un detalle mal fabricado", apuntó el director de Roscosmos, Dmitri Rogozin, en su página de Facebook.
El jefe de la corporación espacial rusa reprochó a los proveedores por "una bajada drástica de la responsabilidad y la calidad del trabajo".
Una fuente del sector aeroespacial dijo el 23 de noviembre a Sputnik que el cambio del detalle defectuoso por una válvula sacada de otro cohete en Kurú no incidiría en la fecha del lanzamiento, previsto para el 29 de noviembre. También dio por inminente una revisión generalizada de los cohetes Soyuz en varias bases espaciales, por si hay que sustituir este detalle.