"Gracias a los esfuerzos y actuaciones realizadas por el liderazgo de la Federación de Rusia, se ha podido detener el derramamiento de sangre en la zona del conflicto azerbaiyano-karabají. Expresamos nuestro agradecimiento a la Federación de Rusia y al presidente de Rusia, Vladímir Vladímirovich Putin, por el esfuerzo mediador para estabilizar la situación y el apoyo prestado para lograr el cese del fuego y el fin de la guerra, para restablecer la paz y la estabilidad en nuestra región", escribió Arutiunián en Facebook.
"En nombre de nuestro pueblo, quisiera agradecer el trabajo llevado a cabo y los esfuerzos que se realizan para estabilizar la situación, crear condiciones favorables para restablecer y mantener la paz, solucionar diversos problemas", manifestó.
Asimismo, expresó un "agradecimiento especial por la sensibilidad respecto a la suerte de los habitantes de Artsaj (nombre armenio de Nagorno Karabaj), la asistencia humanitaria que se brinda y una participación activa en la reconstrucción y el desarrollo de la República de Artsaj".
"También trasladamos nuestra gratitud al presidente de la Federación de Rusia por su intenso esfuerzo personal para proteger el patrimonio histórico y cultural y los lugares santos en el territorio de la República de Artsaj", añadió.
Uno de los puntos del documento reza que los desplazados internos y los refugiados volverán a Nagorno Karabaj y a los distritos adyacentes bajo el control de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Por acuerdo entre las partes, Rusia envió sus fuerzas de paz a la zona del conflicto, por cinco años en un principio, e instaló allí 23 puestos de vigilancia. El despliegue del contingente de paz, de unos 2.000 efectivos, comenzó paralelamente a la retirada gradual de fuerzas armenias desde los distritos de Agdam, Kelbecer (Kalbajar) y Lachín, ocupados durante la guerra de 1992-1994.