A través de su cuenta de Twitter, la Arquidiócesis informó que "las inmediaciones de la catedral fueron tomadas por elementos del Ejército", sobre lo cual "lamentablemente no fuimos informados". Agregó que se desconoce cuántos días permanecería cerrado el recinto religioso, por lo que pidió paciencia a los feligreses.
Por su parte, la cuenta oficial de la Catedral Metropolitana informó también vía Twitter que, debido a la "toma" del Ejército mexicano de la Plaza de la Constitución, era difícil entrar a la iglesia.
Como respuesta, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) explicó que el operativo en el Centro Histórico de la Ciudad de México es parte del protocolo de seguridad implementado cada año con motivo de los festejos por el Día de la Independencia. No obstante, comentó que esta vez se pretende evitar concentraciones durante la ceremonia del Grito de Independencia y el desfile militar.
La misiva cuenta con la firma del rector de la Catedral, Ricardo Valenzuela, y en ella también se invita a la Sedena, así como al gobierno de la capital mexicana a mantener la comunicación de cara a los festejos patrios.
En los primeros minutos del 14 de septiembre, el arzobispo de México, Carlos Aguiar Retes, comentó por medio de su cuenta de Twitter que la comunicación entre la Arquidiócesis y las autoridades falló, pero aclaró que en ningún momento la Catedral fue tomada por las Fuerzas Armadas.
"Aclaro que no existe ninguna toma de la Catedral Metropolitana de parte de las autoridades federales, sin embargo, sí faltó la comunicación correcta con ellas para implementar los protocolos previos a los actos de las Fiestas Patrias", sostuvo.
A su vez, la jefa de gobierno de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum Pardo, comentó que el cierre de establecimientos en el Centro Histórico pretende evitar que la gente asista al Zócalo durante las actividades que realizará el Gobierno federal para conmemorar el 210 aniversario de la Independencia de México.