Según la encuesta, adelantada por el diario Correio Braziliense, "en mayo, la encuesta indicó un 25% de aprobación para el Gobierno. Hoy, esa calificación es del 39%".
Los que creen que su administración es mala o pésima han pasado del 50% al 36%.
En mayo, las expectativas eran inversas; el 48% pensaba que de aquí a 2022 las cosas empeorarían, y el 27% que serían buenas o excelentes.
En paralelo, al crecimiento de la popularidad del presidente se aprecia una caída de la aprobación de gobernadores y del Congreso Nacional.
Los gobernadores, que durante la pandemia del COVID-19 han hecho de contrapunto a la postura de Bolsonaro y, en general, defendieron medidas de aislamiento social, vieron su popularidad caer del 44% de mayo al 24% actual.
Otras encuestas publicadas en las últimas semanas, como la del instituto de opinión Datafolha, también evidencian un aumento de la popularidad del presidente.