"Más de la mitad de todos los asesinatos reportados el año pasado ocurrieron solo en dos países: Colombia [con el mayor número registrado: 64 asesinatos en un año] y Filipinas [que aumentó de 30 asesinatos en 2018 a 43 en 2019]", reveló en su más reciente informe anual, publicado este día.
Según ese documento, es probable que a nivel mundial el número real de homicidios haya sido mucho mayor, ya que normalmente los casos no son documentados.
"Además, un incontable número de personas defensoras son silenciadas mediante ataques violentos, arrestos, amenazas de muerte o demandas judiciales", agregó.
La minería fue el sector más letal a nivel mundial, con 50 personas defensoras asesinadas en 2019, mientras que la agroindustria es otra amenaza, particularmente en Asia, donde el 80% de los ataques producidos estuvieron relacionados con este sector, precisó el reporte de la organización.
"La agroindustria y el petróleo, el gas y la minería aparecen como los principales detonantes de los ataques contra personas defensoras de la tierra y el medio ambiente. Al mismo tiempo, son las industrias que propician el cambio climático a través de la deforestación y el aumento de las emisiones de carbono", dijo Rachel Cox, encargada de campañas de Global Witness, citada en reporte.
En informe también destaca la "tendencia desproporcionada" de comunidades indígenas atacadas por defender sus derechos y territorios, a pesar de que las investigaciones demuestran que éstas, junto con las comunidades locales, manejan bosques que contienen el carbono equivalente a al menos 33 veces las emisiones anuales actuales.
Las defensoras enfrentan amenazas específicas, incluidas campañas de desprestigio y violencia sexual, la cual, según Global Witness, también se usa como una táctica para silenciar a las defensoras.