"Para Rusia, el Reino Unido es uno de los principales objetivos de la inteligencia occidental", señala el documento, brevemente titulado Rusia.
Por ello el Comité pide más "herramientas" para los servicios de inteligencia para que sean capaces de "luchar contra este adversario muy fuerte".
Los autores del informe —que incluye a dos miembros del actual ISC— consideran que la influencia rusa en la esfera política, económica y social británica constituye la "nueva normalidad" y acusan a sucesivos gobiernos conservadores de no proteger los procesos democráticos del país, desde el referéndum independentista escocés de 2014 al europeo dos años después.
De acuerdo con los autores del informe, muchos millonarios rusos tienen "lazos estrechos con (el presidente Vladímir) Putin y están bien integrados en los negocios y las esferas política y social" de la isla británica. Apuntan particularmente a su presencia en Londres, que denominan "Londongrad".
Johnson encabezó la campaña oficial del "fuera" en el referéndum de la Unión Europea ((UE), de 2016, y retiene gran parte del mismo equipo euroescéptico en puestos de mando gubernamentales. Cuatro años más tarde de la histórica cita electoral, los miembros del ISC advierten que el Gobierno nunca analizó las alegaciones de presunta injerencia rusa en el plebiscito y urgen a la "comunidad de Inteligencia británica" a abrir una investigación.
"Incluso si la conclusión de la evaluación es que se produjo una interferencia mínima, se reaseguraría al público que los procesos democráticos británicos continúan siendo relativamente seguros", apunta el informe. Aun así, el Ejecutivo de Johnson descarta "una revisión retrospectiva del referéndum de la UE".
Stewart Hoise, del Partido Nacional Escocés (SNP), censuró a las administraciones conservadoras por despertar con sorprendente demora al supuesto hecho de que "Rusia representa una amenaza a la seguridad nacional".
"Debieron apercibir la amenaza durante el referéndum escocés y es asombroso que nadie en el Gobierno intentara proteger el proceso electoral", dijo el parlamentario.
Medios estatales
Los legisladores aportan como base de sus sospechas vertidas contra el Kremlin artículos de prensa y declaraciones de analistas sobre la presunta "promoción de la desinformación y el intento de ampliar su influencia política en el extranjero" a través de internet y de "medios estatales internacionales rusos, como RT y Sputnik"
Pero los diputados reprochan la falta de firmes líneas de comando y responsabilidad política para investigar y remediar la asumida injerencia rusa en las elecciones y plebiscitos nacionales.
El ISC critica además el objetivo del Ejecutivo de Johnson de mantener una "relación proactiva" con Moscú más allá de las comunicaciones esenciales.
De esta forma, la investigación del ISC no pudo constatar injerencia rusa en el sistema democrático británico previo a 2019.
Este se debe, según afirmó Hoise en la comparecencia ante los medios, a que "nadie en el Gobierno" tomó la iniciativa de investigar la supuesta injerencia de "agentes estatales hostiles" en el proceso electoral interno, incluso después de que saltara el escándalo de la intrusión informática en el Partido Demócrata de Estados Unidos.
"Podemos revelar que nadie en el Gobierno supo si Rusia interfirió en el referéndum [del Brexit], nadie quiso investigarlo y se evitó buscar pruebas de la [posible] injerencia", alegó el diputado nacionalista escocés.
Los parlamentarios acusaron a la oficina del primer ministro de hacer "declaraciones falsas" sobre la demora en la publicación de su informe sobre Rusia.
Referéndum sobre el Brexit
Al mismo tiempo, el Gobierno británico no ve evidencias de una interferencia rusa exitosa en el referéndum sobre el Brexit y por lo tanto descarta llevar a cabo una revisión retrospectiva del mismo, según un comunicado firmado por el canciller Dominic Raab.
"No hemos visto ninguna evidencia de injerencia exitosa en el referéndum sobre la UE", dice el documento emitido tras la publicación de un informe sobre Rusia por el Comité de Inteligencia del Parlamento británico.
Por lo tanto, agrega, "una evaluación retrospectiva del referéndum sobre la UE no es necesaria".
El comunicado menciona que "se mantiene una amenaza considerable para el Reino Unido y sus aliados por parte de Rusia" y que Rusia continúa siendo "la principal prioridad nacional en la esfera de seguridad".
"Nuestra prioridad absoluta es y siempre será la protección del Reino Unido de la injerencia extranjera, sea de Rusia o de cualquier otro Estado", precisa el texto.
Sin embargo, añade que "aunque no hay pruebas de campaña a gran escala de Rusia contra las elecciones [británicas de 2019], cualquier intento de intervenir en nuestro proceso democrático es totalmente inaceptable".
El 23 de junio de 2016 el Reino Unido celebró un referéndum sobre la salida británica de la UE, proceso político conocido popularmente como el Brexit. El 52% de los británicos votaron a favor de la salida y el 48% se pronunciaron en contra.
Reacción de Rusia
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova declaró que el informe del Comité de Inteligencia del Parlamento británico sobre Rusia es un documento repleto de falsedades rusófobas.
"En lo que respecta al informe británico: no es una gran noticia, (...) es rusofobia envuelta en falsedades", comentó el documento Zajárova.
Antes de la publicación del informe británico, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, supuso que el documento contendría acusaciones infundadas.
No es la primera vez que el Reino Unido acusa a Rusia de injerencia en sus procesos políticos.
Las acusaciones anteriores de interferir en el referéndum del Brexit todavía no han sido probadas.
Rusia ha reiterado en varias ocasiones que las acusaciones de intentos de influir en procesos democráticos en otros países no tienen fundamento.