"No me creo esa historia, no tiene sentido; en este mundo, es imposible atribuir a ningún país ningún tipo de hackeo informático", respondió el diplomático en una entrevista en la BBC.
El canciller británico Dominic Raab, que fue entrevistado posteriormente en el mismo programa de la corporación estatal, aseguró tener una "confianza absoluta" en los informes de Inteligencia que culpan a Rusia de tratar de interferir en procesos democráticos y apropiarse de investigaciones sobre la vacuna del COVID-19.
El diplomático ruso apuntó, a su vez, que su objetivo es mejorar las relaciones bilaterales entre ambos países independientemente del partido que ocupe Downing Street.
Al frente de la sede londinense desde el pasado noviembre, el embajador instó al Ejecutivo conservador a pasar página y no dejar que el caso Skripal —el investigado ataque contra el doble agente Serguéi Skripal con una sustancia química en la ciudad inglesa de Salisbury— malogre sus ambiciones comerciales para el pos-Brexit.
"No comprendemos aún por qué alguna historia de espías ha de deteriorar estas importantes relaciones mercantiles, que serían tan beneficiosas para el Reino Unido, ahora que está retirándose de la Unión Europea", dijo el diplomático al periodista Andrew Marr.
El Comité de Inteligencia y Seguridad del Parlamento británico se dispone a publicar en las próximas horas un informe sobre Rusia, cuya divulgación fue bloqueada por Johnson el otoño de 2019.