El diplomático informó que la misiva de México "se contestó y la respuesta está dentro de la respuesta. Speaks for itself [habla por sí misma]", indicó.
El 11 de mayo, el Gobierno de México solicitó a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores a Washington toda la información disponible sobre Rápido y Furioso, operativo puesto en marcha a finales de 2009 durante la presidencia de Felipe Calderón (2006-2012).
La información requerida por México se concentra en las más de 2.000 armas de fuego que entraron a ese país como parte de la operación, así como en las declaraciones tomadas a los procesados por este caso.
El operativo fue realizado por la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés). Las armas introducidas a México fueron utilizadas "para cometer diversos delitos en México y Estados Unidos, e inclusive en terceros países, dando como resultado la lamentable pérdida de vidas estadounidenses y mexicanas, sin que hasta la fecha se haya cumplido el objetivo referido", afirmó Ebrard al anunciar el envío de la misiva a Washington.
El expresidente Felipe Calderón y la Procuraduría General de la República (PGR) mexicana afirmaron en su momento que desconocían la existencia del operativo. No obstante, el entonces fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, aseguró que las autoridades mexicanas tenían conocimiento sobre el plan de la ATF.