La compra en Bolivia y Brasil de ventiladores a un sobrecosto millonario son un ejemplo. Pero también los hay en Paraguay, Chile, Honduras, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Perú o República Dominicana, entre otros países.
En Perú se habían iniciado hasta el 23 de junio 869 investigaciones sobre irregularidades o delitos vinculados en su mayoría a cómo el Estado y sus gobernantes gestionan la pandemia.
"Esta crisis de salud a la que nos enfrentamos ha puesto en evidencia las falencias de las instituciones y especialmente de los sistemas de justicia", afirmó Escobar, una de las integrantes de la Comisión de Expertos Internacionales de Lucha Contra la Corrupción en Ecuador.
"Son problemas que existían pero que tal vez no visualizamos de la misma manera que lo estamos viendo en este momento, que es cuando las instituciones tendrían que funcionar bien y las debilidades que tiene se hacen más evidentes", añadió.
El problema de la confianza
Escobar tuvo a cargo varios casos de corrupción como jueza en Guatemala. Quizá el de mayor impacto fue el que puso tras las rejas en 2018 al expresidente del Congreso, Gudy Rivera, que cumple pena por tráfico de influencias y cohecho.
"La independencia judicial va de la mano de las designaciones en altas cortes", aseveró Escobar. Según el entrevistado, en el proceso de deterioro "la más afectada es la ciudadanía, que pierde confianza en las instituciones y por tanto prefiere no denunciar. Y eso debilita la democracia", acotó.
"Esto genera de alguna manera mayores problemas sociales porque las personas que buscan justicia la van a intentar obtener de otras maneras, y muchas veces lo hacen a través de mecanismos violentos", planteó.
La exmagistrada puso como ejemplo lo que ocurre en el llamado Triángulo Norte de Centroamérica, integrado por Guatemala, Honduras y El Salvador. "Son los tres países más violentos de la región y donde existen grandes problemas en sus sistemas de justicia", resaltó.
Tarda y a veces no llega
Escobar entiende que "para poder combatir la corrupción se necesitan distintos elementos, desde las actuaciones de la sociedad civil, una prensa independiente que logre hacer investigaciones, y sistemas de justicia sólidos, imparciales. En estos temas hay que trabajar".
"Yo creo que hacen falta organismos internacionales que nos ayuden a combatir esta corrupción, sea través de la cooperación en la investigación o a través de instituciones que deben ser creadas para fortalecer los sistemas nacionales", apuntó.
En cuanto a qué tipo de organismos serían necesarios, Escobar dijo que se "podría crear una Corte Internacional Anticorrupción, una propuesta que ya existe (...) o incluso ampliar las facultades de los organismos que ya están. Hay que evaluar distintas iniciativas", propuso.
En la región rige el Sistema Interamericano de Justicia, compuesto por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La primera es asesora de la segunda y sus pronunciamientos no son vinculantes para los países que integran la OEA, como sí lo son los de la Corte.
"Es muy valioso el trabajo del sistema interamericano" destacó Escobar. Pero a la vez dijo que era necesario "reconocer que es muy lento. Y que para que un caso llegue ser resuelto pueden pasar años o décadas. Lo que tenemos que tratar es que sean sistemas más eficientes", sentenció.