"Alerta: has estado expuesto a alguien que fue diagnosticado positivo de COVID-19", advierte con letras blancas sobre fondo azul un mensaje que se despliega en el teléfono móvil del usuario de la aplicación Coronavirus UY, la plataforma que surgió de una inédita colaboración entre Google, Apple y el Gobierno de Uruguay.
Si bien Coronavirus UY había sido lanzada originalmente en el mes de abril como una plataforma en la que los ciudadanos podían obtener información sobre la nueva enfermedad y contactarse rápidamente con el Ministerio de Salud Pública si presentaban síntomas, el mes de junio trajo una revolucionaria actualización que puso a Uruguay a la vanguardia.
La aplicación se nutre del sistema de alerta de exposición al coronavirus desarrollado por los gigantes tecnológicos Apple y Google desde el mes de abril. Tras un trabajo conjunto, las dos empresas acordaron adaptar el uso de tecnología bluetooth en sus sistemas operativos Android y iOS para impulsar el desarrollo de aplicaciones que permitan rastrear los contactos de las personas infectadas.
Uruguay fue uno de los pocos países seleccionados por las empresas para comenzar a probar el sistema, presentado en Montevideo el 15 de junio como una actualización de la primera versión que ya había sido descargada por 325.000 uruguayos.
¿Cómo funciona?
La aplicación permite que el usuario acepte voluntariamente habilitar las alertas de exposición, que tanto le permiten ser notificado si tuvo contacto con un positivo como notificarán a los demás en caso de que el infectado sea el usuario. En su descripción, la aplicación pone énfasis en que "el sistema funciona sin revelar tus datos personales, tu identificación del celular o los lugares en los que has estado".
Cada teléfono almacena los códigos anónimos que recibe de usuarios cercanos por un plazo de 15 días.
Los códigos se transmiten únicamente de dispositivo a dispositivo si están cerca, sin pasar por antenas, centros de datos, operadores de telefonía, fabricantes de teléfonos o entidades gubernamentales, remarcan los creadores de la aplicación.
Cada paciente que es diagnosticado positivo por COVID-19 es alentado por el Ministerio de Salud Pública a que notifique su resultado a la aplicación, que pasa a vincular el test positivo a los códigos emitidos por su teléfono. Esto es voluntario y el usuario puede incluso negarse a advertir a la aplicación que es portador del virus.
La aplicación recibe todos los códigos de usuarios infectados y los comparte de forma anónima y automática con los usuarios de la aplicación. Si un teléfono encuentra que mantuvo contacto con alguno de esos códigos, inmediatamente emite la alerta que recibe el usuario y proporciona información sobre los pasos a seguir.
Una semana después de lanzar la nueva versión, el Gobierno uruguayo informó que 290.000 personas habían descargado el software y 91.000 habían habilitado las alertas de exposición. De todos modos, el Ejecutivo del país exhortó a incrementar el número de usuarios, especialmente en las zonas de frontera con Brasil, las que presentan más riesgo de generar nuevos brotes de COVID-19.
Mientras tanto, el presidente Luis Lacalle Pou exhibió las cartas de felicitaciones que recibió del CEO de Apple Tim Cook y su homólogo de Google Sundar Pichai. Ambas empresas destacaron públicamente la colaboración de Uruguay y sus desarrolladores y valoraron que se tratara del primer país de América Latina en poner en funcionamiento la tecnología de alertas de exposición.
Un sistema imperfecto pero útil
Los propios desarrolladores de la aplicación reconocen que su funcionamiento "no es perfecto", dado que no asegura que se generen todas las alertas necesarias. Si el infectado decide no compartir su test positivo o si alguno de los usuarios no habilitado el bluetooth en su teléfono durante el contacto, la aplicación no enviará la alerta de exposición necesaria.
A pesar de estos problemas, los desarrolladores aseguran que si la aplicación es utilizada por una gran cantidad de usuarios, la información y alertas desplegadas tenderán a ser representativas de la situación epidemiológica.
"Aunque no hay certeza de que se generen el 100 % de las alertas que serían necesarias, ni que el 100 % de las que sí se generen correspondan a una real exposición al virus, sí cabe esperar que, en la medida en que la mayoría de la ciudadanía colabore, se generarán la mayoría de las alertas necesarias y, entre estas, la mayor parte serán reales", destaca el Gobierno uruguayo.