"Orula [orishá o divinidad africana de la adivinación] lo estaba diciendo desde muy temprano, estaba avisando que iba a suceder algo, pero quizás no se pudo descifrar que fuera una pandemia mundial como esta", comentó a esta agencia Froilán Martel, un babalawo cubano de amplia experiencia.
Cada año, un selecto grupo de sacerdotes de Ifá, un complejo sistema religioso originario del África Occidental y con más de dos siglos de presencia activa en Cuba, se reúne en la madrugada del primer día de enero para emitir la Letra del Año, que es el resultado de un complicado proceso adivinatorio que dicta recomendaciones, avisos, augurios y advertencias para que la feligresía las siga durante todo el año.
También se predijo que habría un incremento inusual de muertes de personas de la tercera edad, y la probabilidad que proliferaran epidemias debido a la indisciplina social.
Sorprende que estos tres elementos han marcado el ritmo de la pandemia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, detectado por primera vez en la ciudad china de Wuhan en diciembre, apenas unos días antes de que se hiciera la profecía en La Habana.
"El oráculo avisó a través del osogbo [algo malo] que venía de manera inesperada, y solo a través del amplio conocimiento de algunos babalawos que estaban presentes en esa ceremonia de la Letra del Año, se pudo llegar con exactitud a esa profecía", insistió Martel.
"Quizás los hombres no supieron interpretar en toda su profundidad el mensaje que sin dudas, estaba dando Orula, que iba a suceder algo inesperado de graves consecuencias", agregó el religioso.
Ausencia de devoción y respeto
Sputnik conversó también con Manuel Hernández, un santero consagrado al culto de Shangó, con más de 40 años de ejercicio religioso, y una amplia familia de "ahijados" en Cuba y en otros países de América Latina y Europa.
Para Manuel, la mayoría de la gente "se acuerda de San Pedro solo cuando truena", y es de los que piensa que en la vida, seas religioso o no, hay que actuar con responsabilidad y mesura, y siempre pensando en el prójimo.