La Cámara Minera de México (Camimex) ha justificado el regreso a las actividades de esta industria con base en dos factores: los empleados de las minas suelen estar distantes entre sí durante sus labores y que el 82% de la producción minera mexicana se lleva a cabo en municipios con contagios nulos, bajos o muy bajos, según estimaciones de la Secretaria de Salud.
A su vez, First Majestic puso en marcha nuevos procedimientos y controles sanitarios para reanudar las actividades mineras en México, con la intención de que en julio recuperara su producción a los niveles previos a la pandemia. Ambas empresas son importantes actores en el sector de extracción de metales preciosos, particularmente de plata y oro.
Esta diferencia es fundamental, ya que no toda la industria minera del país detuvo sus operaciones. Alejandra Vargas, analista del Grupo Financiero Ve por más (Bx+), resaltó en entrevista con Sputnik que existen dos vertientes para tener en cuenta en el caso de la industria minera: los metales preciosos y el sector enfocado en la extracción de metales para uso industrial.
"Como tal, la afectación no es tan grave por el hecho de que, en el caso de los metales preciosos, como ha estado incrementando el precio, es un buen momento para ellos", consideró Alejandra Vargas.
Por su parte, la producción de metales industriales no se detuvo, particularmente en los casos donde las cadenas de suministro de las actividades esenciales demandaban el uso de materiales como el cobre, zinc o aluminio. No obstante, la suspensión de otras industrias provocó afectaciones al precio de estos minerales.
Por ello, minas como la de Cananea siguen operando, aunque solo con personal esencial, principalmente en tareas de procesamiento y otras actividades críticas. Pero esta situación también puede jugar a favor del sector minero, ya que a consecuencia de la pandemia se vio obligado a implementar medidas para evitar contagios entre sus trabajadores.
"Dentro de esos periodos, donde no tuvieron el 100% de operaciones, [las minas] siguieron implementando algunas medidas para poder reactivar la operación, una vez que les diera autorización la Secretaría de Salud. Ellos ya están preparados para eso, el espacio de la sana distancia lo han estado continuando y ya tienen planes estratégicos para seguir continuando su operación con esta situación", destacó Alejandra Vargas.
Este factor, aunado a la necesidad de las empresas de Canadá, China y Estados Unidos de abastecerse de minerales extraídos de minas mexicanas, explican la decisión de las autoridades mexicanas para permitir que esta industria sea de las primeras en reactivarse. Sin embargo, las recomendaciones del Gobierno pueden ser adoptadas o rechazadas por las autoridades estatales, lo cual puede poner en desventaja a ciertas minas.
Según la Camimex, la industria minera captó alrededor de 3.500 millones de dólares de inversiones en 2019, 28,5% menos que el año previo. En particular, el rubro de exploración absorbió 382 millones de dólares, lo que representó una caída de 35,9% con respecto a 2018. Por otra parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) calcula que el sector minero-metalúrgico de México aportó aproximadamente el 4% del Producto Interno Bruto nacional durante 2019.