"Es interés de todos que Argentina avance hacia la sostenibilidad de la deuda", señaló la titular del Fondo durante una videoconferencia organizada por el diario británico The Financial Times.
Al insistir en la postura oficial de la entidad multilateral, que en los meses previos advirtió que la deuda del país sudamericano es insostenible, Georgieva aclaró que continúa vigente el programa suscrito con la administración anterior del presidente Mauricio Macri (2015-2019), por el que se entregaron a Argentina 44.000 millones de dólares entre 2018 y 2019.
"Aún no se ha cancelado (…), estamos esperando", sostuvo.
"Es nuestro trabajo como prestamista de último recurso darles la oportunidad a las economías de tener éxito, y es nuestro deber para con la membresía responder a las solicitudes que trabajan con ese reconocimiento de que nosotros, como prestamista de último recurso, estamos en una posición más riesgosa", señaló.
La directora del FMI, por otro lado, no quiso pronunciarse sobre el proceso de reestructuración que lleva adelante Argentina para canjear 66.238 millones de dólares.
"Es (un asunto) entre la Argentina y sus acreedores", consideró.
Georgieva sí destacó durante su discurso la gestión del presidente Alberto Fernández.
"Lo que veo en Argentina es en realidad un Gobierno que quiere hacer lo correcto por su propia gente y por su papel en la región y la economía mundial", incidió.
El país sudamericano extendió al 22 de mayo la oferta que presentó para reestructurar 66.238 millones de dólares de deuda emitida bajo legislación extranjera, de los cuales 41.548 millones fueron contraídos por el anterior Gobierno.
Ese 22 de mayo finaliza el plazo de 30 días que tiene Buenos Aires para el pago de casi 504 millones de dólares en intereses de tres bonos emitidos en abril de 2016.
El presidente Fernández ha advertido que su prioridad es atender la crisis sanitaria y el deterioro económico que cause el nuevo coronavirus, causante de la enfermedad COVID-19.
Para amortiguar el impacto de la pandemia, el Ejecutivo se comprometió a invertir 5,6% del Producto Interno Bruto (PIB).