"El Gobierno de España y Ciudadanos han alcanzado un acuerdo por el que ambas partes manifiestan la conveniencia de prolongar el actual estado de alarma para lograr vencer a la pandemia del coronavirus", señala el Palacio de la Moncloa en un comunicado.
En opinión del Gobierno, pese a que España está en fase de desescalada del confinamiento, el estado de alarma es una herramienta vital para seguir gestionando la situación, en la que se mantienen medidas extraordinarias —aunque cada vez menores— para limitar la libertad de movimiento de la población.
Sin embargo, el principal partido de la oposición, el conservador Partido Popular, afirma que el Gobierno está usando este mecanismo constitucional extraordinario para otorgarse demasiados poderes, por lo que pide un "plan b" que pasaría por activar la Ley de Seguridad Nacional para gestionar la desescalada.
La viabilidad de la prórroga se vio en entredicho después de que el Partido Popular anunciara su intención de no votar a favor del estado de alarma, tal y como había venido haciendo cada vez que el Gobierno pidió permiso al Congreso en los dos últimos meses.
Por el momento los populares no decidieron si votarán en contra o se abstendrán, pero sí dejaron claro que sus 88 diputados no apoyarán la prórroga de las medidas extraordinarias.
A eso se suma que los partidos independentistas de Cataluña, así como los ultraderechistas de Vox y otras formaciones minoritarias ya anunciaron en los últimos días su intención de votar en contra de la prórroga, garantizando que un total de 164 diputados se opondrán por activa o por pasiva.
Durante todo el martes 5, miembros del Gobierno negociaron con formaciones que no rechazan frontalmente la ampliación del estado de alarma, pero que expresaron reticencias sobre apoyarlo.
Entre esas negociaciones se centraron sobre todo en buscar el apoyo de los liberales de Ciudadanos (10 diputados) y el Partido Nacionalista Vasco (6).
Tras el acuerdo de esta noche Ciudadanos se sumará al bando del sí, que ya tiene garantizados 168 votos a favor (158 votos procedentes de los partidos que componen el Gobierno, 10 de los liberales y 3 de partidos regionalistas de izquierda).
En este escenario, y a falta de saber qué harán otros partidos minoritarios, el PNV tiene la llave de la votación.
Según medios locales, los nacionalistas vascos estarían dispuestos a votar a favor si arrancan al Gobierno un compromiso para que las administraciones regionales tengan un mayor poder de decisión en la gestión de la pandemia, algo en lo que Pedro Sánchez parece dispuesto a hacer concesiones.
En cualquier caso, el clima de incertidumbre que ha sobrevolado sobre esta cuarta prórroga del estado de alarma demuestra que, una vez superado la peor parte de la crisis sanitaria, la política española vuelve a su cauce habitual, caracterizado por la fragmentación y las enormes dificultades para lograr acuerdos.