Argentina cumplió el lunes 20 de abril el primer mes desde el inicio de la cuarentena obligatoria que paraliza a gran parte de la fuerza laboral nacional. Mientras algunas actividades son exceptuadas por considerarlas esenciales, otras se adaptan mediante el teletrabajo.
Pero además de gran parte de los comercios o locales que no pueden vender objetos a domicilio (peluquerías, gimnasios, estéticas), quienes más se ven afectados, ya que sus tareas implican un contacto directo con los clientes, son los rubros de oficios y servicios personales, por lo general trabajadores independientes que ponen el cuerpo día a día.
Mudanzas inmovilizadas
"El rubro nuestro de fletes y mudanzas está parado, no se movió nada. Tengo clientes que me preguntan porque tienen que trasladar, qué se yo, una heladera, y no se lo podemos hacer porque no hay permiso para ese tipo de movimiento, y corrés el riesgo de que te quiten el vehículo", dijo a Sputnik Franco, dueño de un camión de este tipo y dedicado exclusivamente a este oficio.
Cuando vuelva a permitirse la circulación, Franco, en este contexto de emergencia sanitaria, dice que priorizará más que nada la salud porque tiene una hija de siete años con discapacidad e inmunodeficiencia, por lo que tendrá que evaluar cómo y cuándo volver a trabajar en el futuro.
Si bien existen permisos para el traslado de alimentos, productos de exportación y personas, los envíos de objetos de gran tamaño entre privados no son considerados esenciales y precisan del ingreso a los domicilios para operar, por lo que tanto conductores y peones dedicados a este sector están totalmente frenados.
Cerrado por mantenimiento
El concepto de cuarentena implica no solo evitar que la gente salga de sus casas sino también que otros ingresen a ellas, a menos de que sea absolutamente necesario. Es por esto que el empleo doméstico y otros servicios a domicilio como catering o jardinería fueron dispensados. Lo mismo ocurrió con los oficios de mantenimiento de infraestructura y edilicio.
"A principio de año fue bajando el trabajo por las vacaciones, aunque a mí nunca me faltó por suerte. Ahora, hasta septiembre o algo así no creo que podamos trabajar, supuestamente van largando de a poco. Ahora empezaré a consumir lo que estuve ahorrando", dijo Jorge a Sputnik.
El inicio de la pandemia llegó a Argentina justo cuando comenzaba a reiniciarse la actividad económica al cabo del receso de verano de enero y febrero. El 3 de abril, el Gobierno incluyó a las tareas de mantenimiento, como fontaneros, electricistas, gasistas, pintores y albañiles entre los servicios esenciales pero únicamente para emergencias y casos impostergables.
Sin tacto ni contacto
Todos los rubros que trabajan con el contacto cercano entre personas, fuera de médicos y profesionales de la salud, como son los servicios de estética (depilación, maquillaje, peinado), cuidado y entrenamiento personal o medicina alternativa fueron puestos en jaque, y probablemente sean los que se vean impedidos de recuperar este golpe en el futuro.
"Trabajar, imposible, porque estamos muy cerca del paciente. Económicamente, por ahora, estoy bien, tengo dos hijos que están trabajando que me ayudan y además tengo la suerte de tener seis hermanos, con los que somos muy unidos, que me dan una mano", dijo a Sputnik Ana, quien trabaja como masajista terapéutica.
El Gobierno descartó que la cuarentena administrada termine el 27 de abril y se estima que sería extendida nuevamente, esta vez hasta el 10 de abril, aunque se trabaja para flexibilizar el aislamiento en algunas jurisdicciones donde no hay alta circulación del coronavirus, mientras se focalizan las medidas en las grandes ciudades.
También se está diseñando un protocolo para que en el futuro algunos locales y centros comerciales y culturales puedan reabrir sus puertas, siempre y cuando respete recaudos estrictos como un máximo una persona por cada 16 metros cuadrados, sistemas de turnos y control de temperatura a empleados y clientes.