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Hipocresía sin límites: Trump chantajea a Irán en plena pandemia brutal

Las autoridades de Estados Unidos están dispuestas a prestar ayuda humanitaria a Irán para hacer frente a la epidemia del nuevo coronavirus y, en particular, puede enviar al país persa aparatos de ventilación asistida. A cambio, Trump quiere que Teherán firme un nuevo acuerdo con EEUU. Sputnik investigó quién, en realidad, necesita más la ayuda.
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Durante su reciente conferencia de prensa celebrada el 18 de abril el mandatario norteamericano reiteró la disposición de EEUU a prestar la ayuda a Teherán para luchar contra el brote del coronavirus en el país, e hizo las siguientes declaraciones:

"Si Irán necesita ayuda en esto, estaría dispuesto a hacer algo, si quieren, si piden. (...) Si necesitan ayuda, si necesitan aparatos de ventilación asistida, tenemos miles de estos aparatos, y otros tantos se están produciendo (...) ¿Qué es lo que tienen que hacer ellos? Ser inteligentes y aceptar un trato", declaró.

El ministro de Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, no tardó en responder al presidente de EEUU y afirmó que su país no necesita aparatos de ventilación asistida. Asimismo, aseveró que Irán va a exportar los ventiladores en cuestión de varios meses. En su tuit el canciller persa instó a Trump a dejar de intervenir en los asuntos de otras naciones, especialmente Irán, escribió.

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No es la primera vez que Estados Unidos trata de ofrecer ayuda a Irán. A finales de febrero el secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo que Washington había ofrecido ayuda a Irán  y aseguró que el país persa carece de una infraestructura sanitaria sólida. Sin embargo, el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jameneí a finales de marzo rechazó cualquier tipo de ayuda por parte de Estados Unidos y agregó que Washington debería concentrarse en ayudarse a sí mismo.

"Los estadounidenses hasta ahora en varias ocasiones han dicho que están dispuestos a proporcionarnos ayuda sanitaria. No dejan de ser declaraciones sorprendentes. (...) Están sufriendo de escasez. Si tienen algo, úsenlo ustedes mismos", destacó.

Entonces surge la pregunta ¿quién necesita más ayuda: Irán o Estados Unidos?

Panorama epidemiológico

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Irán fue uno de los primeros países en ser afectado por el brote del nuevo coronavirus. Al día de hoy en el país persa oficialmente se han registrado más de 83.000 casos de contagio por el COVID-19. Más de 5.000 perdieron la vida, mientras casi 60.000 ya han recuperado de la enfermedad.

En las últimas semanas en Irán se observa la tendencia hacia la disminución de la cantidad de nuevos casos. De acuerdo con la estadística oficial, el número de infectados alcanzó el pico el 30 de marzo cuando se registraron 3.186 casos. A partir de entonces el número de nuevos casos registrados diariamente se va reduciendo.

En Estados Unidos están los que acusan a Teherán de ocultar los datos reales y aseveran que la situación es mucho peor y contrasta drásticamente con la información que proporciona el Gobierno persa. Esta es una de las razones por las que Washington cree que el país persa necesita su ayuda desesperadamente y no tiene otra opción que aceptarla.

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Sin embargo, si la situación de verdad fuera tan grave como la describen en EEUU, entonces el resto del mundo ya estaría al tanto. Incluso aunque las autoridades iraníes lo intentaran, no serían capaces de ocultar la información: de una manera u otra la verdad se filtraría.

Entretanto, Estados Unidos de verdad se encuentra al borde del precipicio por la difícil situación en el país provocada por el brote del nuevo coronavirus. Cerca de 765.000 individuos en Estados Unidos han sido contagiados con el COVID-19, más de 40.000 de ellos fallecieron y otros 71.000 se han recuperado completamente.

De ahí se puede deducir que la situación en Estados Unidos es mucho más grave que la de Irán y el que de verdad necesita ayuda es EEUU. A diferencia de países como Rusia e Irán, Estados Unidos tardó demasiado en aplicar las medidas necesarias para contener la propagación de la enfermedad y ahora tiene que lidiar con las consecuencias. En su lugar, la Administración Trump está más concentrada en la política exterior.

La descarada política de Trump

En esta situación tan complicada cuando el país necesita todos los recursos disponibles para frenar el brote del COVID-19, Trump piensa menos en el bienestar de su propia población y más en el regateo —o incluso en el chantaje— para conseguir sus propias metas en política exterior.

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Es posible que el presidente estadounidense sobreestime la capacidad de su país de hacer frente al coronavirus. Al menos esto explicaría porque el COVID-19 se propagó de manera tan rauda por el país norteamericano.

En estas condiciones lo último que debe preocupar al líder de la nación es el regateo con sus adversarios, como por ejemplo Irán. Si Trump hubiera ofrecido la ayuda incondicional, esto tendría más sentido, pero sus intentos de sacar ventaja de esta situación parecen nada más que ruines.

Aquí hay un momento importante que hay que recordar: la condición de Trump de firmar el trato es despreciable teniendo en cuenta que su Administración fue la que salió del tratado nuclear iraní firmado en 2015 por el Grupo 5+1. Seguramente Estados Unidos busca firmar el nuevo acuerdo en sus propios términos, algo que el país persa no va a aceptar.

Además, Washington ahora no está en condiciones de dictar las reglas de juego.

Para negociar, Estados Unidos tendría que levantar el régimen de sanciones, esta es la principal condición de Irán. Pero no parece que la Administración estadounidense esté dispuesta a mantener ningún tipo de conversación ahora mismo.

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A principios de abril, Estados Unidos anunció que bloquearía el préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) a Irán por un monto de 5.000 millones de dólares que Teherán había solicitado para luchar contra el brote del COVID-19. EEUU, siendo el mayor accionista del FMI, determina en muchos casos si el organismo presta dinero a una parte o no.

La parte norteamericana lo justificó al aseverar que Teherán dispone de la cantidad suficiente de dinero para combatir la propagación del virus. Y aquí es precisamente donde está la hipocresía de Estados Unidos que no levanta sanciones, impide la asignación del préstamo a Irán y luego le ofrece ayuda en sus propias condiciones. Sin embargo, tal enfoque por parte de Trump no es de sorprender: el regateo y el chantaje son las dos cosas que se le dan bien.

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