"Trabajaremos para que Madrid tenga la noria más grande de Europa. Nos reunimos con los promotores del proyecto que desechó Ribó para buscar localizaciones para esta nueva atracción turística y cultural. Madrid es el refugio de lo que el populismo expulsa", ha apuntado este 4 de marzo la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, en un mensaje de Twitter. Según ha anunciado, esta ciudad alojará el proyecto que desechó el Ayuntamiento de Valencia.
Según ha adelantado el periódico El Confidencial, los responsables del Ayuntamiento se reunieron el pasado viernes con la empresa Circular View, promotores del London Eye y de la noria de Singapur, para negociar su instalación en la capital de España. La atracción tendría 140 metros de altura (cinco más que la londinense) y necesita un espacio de entre 7.000 y 8.000 metros cuadrados. El consistorio aún está buscando una localización. La primera opción que se postula es Madrid Río, aunque debe estudiarse la viabilidad: los técnicos de Urbanismo quieren cerciorarse de que los túneles que van por debajo no sean un impedimento.
La altura que quiere alcanzar el consistorio es de 140 metros, desbancando la atracción de Londres como la más alta de Europa. Además, la superficie que se necesita para la noria son 3.000 metros cuadrados, pero se pretender ampliar con otros 4.000 para añadir otras actividades y zonas verdes. La idea, según ha expuesto El Confidencial, es que la noria "se convierta en un nuevo punto de atracción turística y cultural" y que distribuya los focos de interés para vecinos y turistas.
Desde el consistorio han apuntado que no es necesario que se encuentre en el kilómetro cero y que este proyecto abriría la posibilidad de que se dispongan espacios culturales o comerciales en los bajos de la atracción. Las conversaciones se encuentran en fase preliminar, aunque fuentes consultadas por El Mundo indican que la iniciativa "ha gustado mucho" a la empresa.
La inversión rondaría los 125 millones de euros, según indicó Ana María Villamediana, del equipo de promotores, a El Confidencial. Los cálculos sobre el empleo que podría generar son de 1.500 personas durante la construcción, otras 500 para trabajar en el complejo final y unos 3.000 puestos nuevos de forma indirecta.
Begoña Villacís ha conseguido ser una tendencia en Twitter, la red donde ha anunciado el posible proyecto. Muchos usuarios se han posicionado en su contra.
"Seguid despilfarrando un dinero necesario para sanidad, educación, limpieza, mantenimiento de calles y plazas, arbolado y jardines... Total, la prioridad es una puta noria. Un puto juguete totalmente prescindible que nos costaría una millonada. ¡Vergüenza dais!", apuntaba uno. "Que, a ver, si la política madrileña consiste en comprar a base de talonario todo aquello que desechamos el resto, me parece correcto", añadía otro.
Varios portavoces de grupos políticos de la oposición también han manifestado su opinión contraria y la asociación de vecinos Arganzuela 27, el distrito donde se ubicaría, ha lanzado la campaña #NuestroBarrioNoEsUnParqueDeAtracciones, pidiendo "más colegios y bibliotecas públicas", "menos gentrificación y más alquiler social" o "más organización y menos ocio nocivo".