Al intervenir en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el canciller señaló que el deber de este organismo y de toda la comunidad internacional consiste en cerrar el paso a los extremistas que están levantando la cabeza.
En septiembre de 2018, Rusia y Turquía firmaron un memorándum para crear una zona desmilitarizada en la provincia siria de Idlib, donde se encuentran más de una docena de diferentes grupos armados.
A principios de enero pasado en esa zona fue decretado un alto el fuego acordado por Rusia y Turquía.
Sin embargo, pese al armisticio, los grupos armados ilegales lanzaron una serie de ataques en Idlib los que, según el Centro Ruso para la Reconciliación en Siria, provocaron desde el 9 de enero la muerte de centenares de personas, tanto militares como civiles, por lo que el Ejército sirio lanzó una contraofensiva contra los terroristas.