"El Gobierno transitorio boliviano obedece instrucciones norteamericanas, y el interés de EEUU en el caso es evidente", señaló el dirigente.
Sánchez apuntó a que la decisión responde a la rivalidad que existe entre EEUU y China, ya que el Gobierno anterior de Evo Morales (2006-2019) venía generando buenas relaciones de colaboración con el país asiático.
El dirigente criticó en general la gestión de la presidenta transitoria Jeanine Áñez en materia internacional.
"Durante el mandato del expresidente Morales, Bolivia gestó un prestigio mundial en relaciones internacionales, el país venía desarrollando un rol importante en crecimiento económico y distribución de la riqueza, pero este Gobierno decidió tirar todo eso al tacho de la basura", agregó.
Por último, aseguró que el interés de EEUU para apoderarse del mercado del litio en Bolivia fue uno de los principales impulsores del golpe de Estado por el cual Morales fue derrocado.
La decisión de Áñez de suspender relaciones con Cuba se anunció al día siguiente de que el canciller cubano calificara su Gobierno como "ilegal y autroproclamado", y la medida implica la paralización de todos los convenios entre ambos países.
Bolivia está inmersa en una crisis política desde el 10 de noviembre pasado, cuando el exjefe de Estado renunció a su cargo presionado por la cúpula de las Fuerzas Armadas y la policía tras las protestas que cuestionaron las irregularidades detectadas por la Organización de los Estados Americanos en los comicios del 20 de octubre, en los que Morales fue el más votado.